DIAMOND DOGS

Redacción y fotografías: Chema Pérez

De nuevo en Madrid uno de los grupos roqueros que a pesar de sus treinta años de carrera todavía tienen ganas de descargar su dosis de rock clásico, puro y duro, de los que escuchas desde sus amplificadores a diez metros de distancia o incluso menos.

Los seis músicos se movieron como pudieron en el reducido espacio que brinda la mítica sala Clamores, con sus tenues luces rojas y azules que hacen las delicias de los que tratamos reflejar fotográficamente un trocito de la historia del rock en España, en este siglo XXI, que poco a poco va viendo como el rock va está quedando como algo residual, para nostálgicos y jóvenes rebeldes sin causa.

Pero para eso están los suecos, con su misión de Recordar el R&R, como dijeron antes de tocar su tema Recall Rock and Roll, una misión que cumplieron a base de bien. Allí estaban sus fundadores Sulo, que no se quitó el foulard ni la chaqueta a pesar del calor reinante, y Henrik “The Duke Of Honk” Widen con el teclado apoyado en sus piernas y su barba con moño, algo más tranquilo que en anteriores visitas. Solamente se levantó para tocar un pandero en un tema semi acústico. Les acompañaban Stefan Bellnäs al bajo, de nuevo en la banda y Robert Damberg como multi instrumentista, ya que tocó la guitarra, el violín, la armónica y la mandolina. Además, Federico de Costa a la batería, sumido en la más profunda de las oscuridades lumínicas que he visto nunca y Lars-Åke Karlsson a la guitarra, que se despachó bien a lo largo de innumerables solos durante la noche.

El motivo de la gira es tocar su disco Too Much Is Always Better Than Not Enough de 2002 y algunos temas más de su reciente About The Hardest Nut To Crack, aparte de los clásicos como el anteriormente mencionado.

La incorporación de Damberg, que ya había colaborado con ellos en grabaciones de discos anteriores, le da un aire nuevo, mas folk, motivado por el uso del violín, la acústica y la mandolina, no obstante, y a tenor del repertorio presentado, que nadie se equivoque, que los Diamond son un grupo de rock al más puro estilo estoniano. Casi dos horas de concierto sin tregua, bueno, unos minutos para que Sulo tomara un descanso y donde el grupo interpretó dos temas instrumentales, uno al más puro estilo pinkfloydiano y otro muy hardroquero, dejando muestras su potencial como instrumentistas. Incluso hubo un tema en el que me recordaron a los mismísimos Allman Brothers sin pretenderlo.

Complicidad con el público, que visita tras visita sigue siendo fiel y corea los temas más conocidos. Incluso Sulo pidió un momento de silencio para dedicar un tema a un amigo que falleció recientemente y que fue respetado por todos, para a continuación y tras este tema más acústico y tranquilo, volver a descargar la adrenalina roquera que llevan encima.

Una apuesta segura, unos clásicos que ya lo son en nuestro país y sobre todo en Madrid, no se cuántos años más resistirán y resistiremos, pero mientras tanto seguiremos disfrutando del rock auténtico y esencial. Y gracias a The Mad Note Co. por programar una vez más grupos de nivel a buenos precios.