ENTREVISTA A CUTI VERICAD
Un samurái en el mundo del rock and roll
Redacción: Chema Pérez
Fotografías de Prensa: Simón Aranda
Cuti Vericad lleva más de treinta años dedicado a la música. Empezó en Zaragoza con diecisiete años, siempre se ha movido dentro de la música de raíces americanas, rockabilly, country, rock. Aparte es productor y gira con bandas como Trogloditas o Los Rebeldes como músico. Ha compartido escenario con The Rolling Stones, The Who, Nick Lowe, Andrés Calamaro, Linda Gail Lewis o los Blue Caps de Gene Vincent entre otros.
Muchos discos en solitario y con grupos como Los Dynamos. Una institución en la música rock de Zaragoza, precisamente hace unos días participó con Miguel Ríos en el Rock and Ríos cantando a dúo el Blues del Autobús.
Acaba de publicar el disco que cierra la trilogía del Samurái. En este caso La Venganza del Samurái. Gran cinéfilo y gran conversador, nos acerca a las entrañas de su último trabajo y a su forma de pensar y vivir.
Empezaste con El Camino del Samurái. ¿Ya tenías pensado que ibas a hacer una trilogía?
Sí, desde hace ocho años, cuando hice el disco sabía que quería tener continuidad, y sabía que quería que fuera la misma portada alterando los colores y el porqué de todas esas cosas que quería hacer, lo tenía que hacer desde el primer disco.
Pero los tres discos tienen una continuidad en cuanto que en todos tus temas cuentas cosas sobre ti, ¿o son situaciones inventadas?
Ahora me ha preguntado mucha gente sobre el hilo conductor de la trilogía, pero no son discos temáticos. El conductor soy yo, mi manera en entender el mundo, mi imaginario, mi background, mi cultura, mis conocimientos, mis experiencias, ese es el hilo conductor, no hace falta más. Recomiendo escuchar los discos orden y las canciones también en orden porque pienso en el orden de las canciones para despertar unas emociones en el oyente. Si el hilo conductor soy yo, pues evidentemente, las canciones que escribo con el primer disco hacen referencia a mi yo de ese momento, y ese es el hilo conductor y como la transición se hace de un disco a otro, la gente puede apreciar que han cambiado cosas entre ambos. Lo dejo de interpretación de cada uno.
¿Por qué aparece la figura del Samurái? ¿Te identificas con su filosofía o forma de vida?
Me gusta la filosofía oriental, me gusta Japón, me atrae su gastronomía, su cultura, el cine de Kurosawa, y creo que la figura del Samurái, más o menos errante, esperando como el equipo A, a que alguien le contrate mayormente para cosas justas, sí que me representa, me siento identificado con un guerrero más preparado para mantener la paz, la justicia de libertad, que para la guerra “per se”. La figura de Samurái y el camino de Samurái es un camino de soledad existencial, autoconocimiento, de plantearte tus principios, tus códigos de honor, tu lealtad a qué camino de búsqueda, de viajes, y decirte que están, me interesaba mucho y me siento muy identificado.
Yo soy una persona que trabaja sola. En los discos hay muchísima gente, pero yo como músico, soy músico trabaja solo, era un rockabilly que salió de ahí porque quería estar solo, me gusta hacer mi camino en soledad, ir a mi rollo, hacer mis discos, es la primera vez que está haciendo promoción de un disco. Llevo once en solitario más tres de Los Dynamos, alguno más con Los Coringas. Voy a mir rollo, me siento identificado también la figura del Outlook Americano, Jhonny Cash, Kris Kristofferson, Willie Nelson, músicos que no eran esclavos ni siervos de una industria concreta de Nashville y que decidían hacer las cosas de su manera, a su marcha, a sus tiempos sin pedir permiso a nadie y decidir eso, de una manera un poco anacoreta tal vez ¿no? De decidir caminar a su marcha y a su ritmo practicando su propia espiritualidad, su propia liturgia, todo este tipo de cosas.
Entonces sí que me interesa mucho la figura de Samurái y me veo identificado, insistiendo en que realmente no me interesa tanto la katana o el samurái como arma de guerra, sino en el samurái Rasomón, el trono de sangre, los siete samuráis, son guerreros al servicio de la paz, y al servicio de la protección del débil y de liberación del oprimido. Entonces, en ese aspecto tengo unos ideales muy marcados, aunque, bueno, me faltarían agallas, por supuesto, ¿no?
Pero sí que me interesa mucho el tema de los valores de la empatía, la justicia, de que estás haciendo tu camino, como los siete samuráis y llegas a un sitio donde la gente te necesite y te quedas. Aunque tengas otros planes de fortuna, gloria, de éxito, esta persona está en el suelo, alguien tendrá que levantarla, ¿no? Entonces, siempre he dicho que en mi proyecto musical nada estaba por encima del bienestar de las personas, estas cosas del show debe continuar, en una empresa no se puede tener sentimentalismos, no va conmigo.
Si hay que parar porque tu padre se ha puesto enfermo y lo está pasando mal, cancela el show y ya lo retomaremos. Ese rollo de hacer el camino de una manera muy individualista, pero luego muy cooperativista, en el momento que llegas a una comunidad y alguna persona que te necesita, tu compañía, tu abrazo, tu protección, tu conversación, tu sonrisa, tu saludo.
Has hablado del honor, un tema que aparece en la canción “Con Dignidad”, que habla del honor y los principios por encima de todo.
Creo que el honor es una palabra muy prostituida en boca de gente que se le llena como motoristas o militares. Se confunde mucho ese término igual que el orgullo. Gente que es orgullosa y es deleznable, pero sentir orgullo es una gran virtud. Con el honor pasa lo mismo, mucha gente lo prostituye. El honor, la gloria, el honor o muerte, gloria o muerte, esas dicotomías blanco o negro que me interesan.
Pero sí, yo lo tengo como la honra. Ser honorable, ser una persona de principios, ser una persona bondadosa y empática, aunque vaya en detrimento de tus puros intereses. Esto procuro hacerlo. Me imagino que alguna vez no lo he conseguido, pero no soy una persona se caracteriza por su egoísmo. Soy una persona generosa, empática, muy observador, siempre y muy, muy empático con el dolor ajeno. Estoy muy atento siempre, sé que eso cambia el mundo, sé que decir que tengas un buen día, es una gran arma también, esto hace mucho más por el mundo, que a veces muchos activismos, a veces un poco vacuos o esperpénticos.
Veo este disco como una declaración de principios absoluta, aunque los dos anteriores también llevan implícita tu forma de pensar y ser. Pero este quizás destaca un poco más en ese aspecto. Pienso en No siempre todo sale bien por ejemplo…
Totalmente. Estos discos soy yo. Es mi manera de entender el mundo. El tercer trabajo de una trilogía es el episodio final y es donde se extraen las conclusiones, ruegos y preguntas, entonces es lógico y natural que sea el disco más clarificador en cuanto al trasfondo o fondo de su contenido, porque es el capítulo final y con esto terminamos, que quede claro esto, esto y esto, el cierre siempre viene acompañado de ruegos y preguntas y conclusiones.
Escuchando el tema De vuelta a casa, me dio por pensar en que circunstancias la escribiste, si desde la furgoneta en plena gira, de vuelta a casa…
En algún momento del camino vital que he transcurrido como músico, he escrito esa canción pensando, aunque sea contradictorio, que la vida es dicotómica. Ying y Yang, placer y dolor, luz y oscuridad, esto funciona así. Yo soy contradictorio como todo hijo de vecino. Amo la carretera, pero me gusta ser una persona errante, de culo inquieto, viajar mucho por el mundo, vivir en diferentes sitios, siempre lo he hecho, me ha gustado, pero en el fondo todos necesitamos, no en el aspecto gregario de la palabra, pero todos necesitamos un punto de referencia, un cable a tierra, que decía Fito Páez, un lugar que nos conecte, donde nos sentamos a salvo, protegidos y que nos procure descanso y aunque a veces sea una quimera en muchos caminos. pero el referente de volver al hogar como un hijo pródigo, pero siempre tener un punto de referencia al que volver, a lamerte las heridas, a pensar, a recuperarte del cansancio de tus viajes, es fundamental. La carretera está llena de emoción, de diversión, pero también llena de peligro y también cuando una persona está mucho, mucho, mucho tiempo fuera de casa, aunque su casa sea variable cada cinco o seis años, uno acaba perdiendo el norte. Es importante volver a casa para extraer conclusiones, el aprendizaje, es importante.
Hay un par de temas que podemos considerar baladas, como, por ejemplo, Aunque pida perdón. Siempre compones alguna balada en tus discos. ¿Te gusta ese estilo?
Tal vez en los discos anteriores. que son más largos. parece que hay menos canciones lentas. Por ejemplo, No siempre todo sale bien, no me parece una balada pura, es una canción que tiene una cadencia agradable, más lenta que rápida, pero toda la parte final, el estallido de guitarras, los wohs, el speech final, creo que es más de una canción rock que de una balada rock. La balada pura, pura, pura del disco, creo que es Llévame contigo. Pero sí que es cierto que el rock and roll acelerado, que condiciona un poco, es muy difícil, hay casos, pero hacer un rock and roll zapatillero, hablando de la rama mística del islam o de física cuántica es complicado. Los géneros te dan a menos una vía por la que transitar tus textos. Un rock and roll como No siempre todo sale bien exigía una letra sexual, sexy picarona, como es el propio rock and roll.
Las canciones, los medios tiempos y las baladas, te permiten asumir un abanico espiritual mucho más amplio a la hora de los temas que quieras abordar y aparte te exige estar más fino con las letras, con las palabras, con qué frase quieres de repente para que alguien llore, porque tengo una manera muy cinematográfica de escribir, he visto mucho cine underground, mucho cine comercial, mucho chile violento, de terror, crecí viendo matinales de Sam Peckinpah, de Roger Corman…pero también con Spielberg, con Robert Zemeckis, con Frank Marshall, con Frank Oz, entonces también tengo esa visión y como músico con sinestesia que mezcla mucho lo visual dentro del lenguaje escrito de la canción, sé muy bien cuando meter los niños en bicicleta con los violines, con los banderitas y las zapatillas Nike de baloncesto, para que la gente sienta. En los conciertos se cuándo a la gente se le va a erizar el pelo, cuando van a reír.
Hablando de cine, utilizas muchas referencias en tus letras y se que eres un gran cinéfilo. Has compuesto temas para teatro, cine, televisión. También escribes tus vídeos y participas activamente en ellos.
Sí, los escribió e interpreto, excepto el último, Solo quiero tu amor. Los vídeos normalmente los abonos todos yo y vuelco ahí toda esa esa parte más visual. Aunque las canciones son Storyboards, escribo de una forma muy cinematográfica. Hay gente que me dice que las canciones son muy evocadoras, las escribo pensando en imágenes.
¿Has participado en bandas sonoras?
He hecho participaciones. Hace poco hice un tema de Rockabilly para la última película que protagoniza Julián López. También he colaborado en Que se mueran los feos, como músico, actor y figurante. En otras películas he sido músico de sesión y luego cogieron una canción para una serie de televisión de Antena 3 que se llamaba Fenómenos, que duró unos siete capítulos.
También con Juanjo Javier de Los Mestizos, que trabaja para Nacho García Velilla, que por ejemplo me pedía improvisaciones con el Ukelele a modo de librerías. Canciones originales que se han grabado en películas de Velilla o Migue Ángel la Mata, hcolaborado en las grabaciones de las músicas.
Cuando dices he interpretado, haces el gesto con las manos de tocar el piano, quería preguntarte si te gusta más la guitarra o el teclado, porque sé que tocas los dos, has girado por ejemplo con Rebeldes como músico de la banda.
Ahora se está empezando en España a valorar la figura del piano man, pero el piano man no funcionaba nada, y te lo digo porque lo he vivido. Ahora que empezaron algunos músicos como Rulo, con el que he tocado, o Los Zigarros con Ovidi tocando el piano o Quique González, la gente lo ha apreciado, mas allá de las figuras internacionales como Billy Joel, Randy Newman o Elton John. Mi forma de tocar es como la de John Lennon, no era instrumentista pero eso no le impidió crear Jelous Gay o Imagine, cuando me llaman para tocar otros músicos digo, yo no soy instrumentista, soy autodidacta, pero soy músico, les gusta mi rollo, conozco los géneros. No quiero estar en una banda en la que el piano dependa de mí y que se perdiera un instrumento con otras posibilidades que no estaba en el alcance.
Entonces decidí tener un teclista en mis directos, hacer yo algunas intervenciones al piano, pero dedicarme más a la guitarra, para no desaprovechar un instrumento con el piano. A ver, yo no soy Fito Páez, ni Calamaro, yo no toco tan bien el piano.
Te voy a echar en cara, entre comillas, los solos de guitarra precisamente. Me gustan bastante y echo en falta más.
Vengo del rock and roll más clásico, rockabilly, country, folk, música de raíces americanas. Nunca he sido muy guitarrero, este último disco es el más guitarrero. Siempre me he visto más cerca a Randy Newman o Jackson Brown, artistas un poco más tranquilos, más soft por así decirlo. De hecho, me di cuenta que era un gran roquero, pero tampoco soy un roquero puro, soy bueno en el rock pero en temas lentos y baladas doy mucho más como compositor.
Con este disco quería hacer algo incontestable, un gran disco de rock. Y entonces hay que ser diplomático. En el arte hay algo de política bien entendido. Nunca he pretendido caer bien a todo el mundo. Pero si que he pretendido que todo aquel que entrara en mi música, porque considero mi música como mi casa, tengo el síndrome del buen anfitrión, no se sienta fuera de lugar. Por eso es mi música, no tiene sesgo intelectual, las canciones las puede disfrutar un barrendero o un literato, no quiero que mi música sea excluyente. Tengo amigos con diversos trabajos, barrenderos, polleros, decanos de Universidad de Zaragoza, jueces, estar todos en el concierto, heavys, punkis, rockers, y todos decir, no sé qué ha pasado, pero me he emocionado. Intento ser un gran diplomático, un hombre de estado, intento que el que entre se siente como en su casa.
Quería comentar la producción de este disco, que es mejor aún que los dos anteriores y ya estaba el listón alto. Lo veo como un ejemplo de explicarle a alguien que es producir bien un disco. Y Big Sur destacando por encima del resto.
Big Sur me lo planteaba como una ópera, como una gran epopeya rock. Tenía que ser una gran canción, no puede ser rock al uso, para escuchar en el gimnasio en la cinta de correr. Todos los medios que me están entrevistando con cierto rigor, todos dicen los mismo. Este disco llama la atención porque es un disco sin fisuras. He estado muy concentrado, las canciones en la fase previa están muy bien compuestas. Ya preparadas para que esté el viento a favor a la hora de producirlas. Y eso no lo he hecho siempre, nadie lo hace siempre. La gente compone de una manera más liberada, pero no podía hacer una tercera parte sin más explosiones, más coches estrellados, se llama La Venganza del Samurái, tenía que un golpe de katana encima de la mesa. Que sepáis que aquí se acaba mi trilogía y este soy yo.
Es un disco más sólido, los otros están muy bien producidos.
Porque eres el productor de tus discos…
Si, los he producido yo todos. Bueno, como soy de la liga anti máquinas, si lo puede hacer una persona mejor, y lo pongo como coproductor. Este último si que está coproducido en la parte técnica, porque las canciones ya estaban compuestas y arregladas, con Diego García, que es un zaragozano que tiene un estudio en las afueras, es muy obsesivo, parecido a mí, si estamos en este oficio hay que hacerlo bien. Eso de déjalo así que da igual no da igual, estamos en una misión de Dios, como los Blues Brothers.
Nos juntamos dos auténticos chiflados. Pero en este disco dije, grabamos en noviembre, mezclamos y masterizamos en enero, en febrero grabamos el video de Big Sur. Sacamos en abril, mayo y junio tres singles, sacamos uno nuevo en septiembre y el trece de octubre sale el disco. Me planteé hacerlo bien y todo eso se oye, es la concentración.
¿Es bueno autoproducirse, es bueno pedir una segunda opinión?
Creo que están los músicos para eso, ¿no? Con los que cuentas en el disco tengo claro que quiero que hagan, pero siempre estoy abierto a las aportaciones. Y el músico que quiera aportar, aporta, y si mejora lo planteado, adelante. En el estudio, aunque tengas todo muy claro hay que ser laxo. A un director de cine no se le pregunta si hace falta una visión externa de otro director. Soy productor de mi obra porque soy casi más productor que músico.
¿Has producido a más grupos?
Si, produje el disco de Llorente, que salió el año pasado, como se llamaba Libro de familia. Una banda de Zaragoza que se llama Corie Corleone, el disco de Migue Ángel Escorcia, aparte de todos mis discos. Fundamentalmente grupos de Zaragoza y los espectáculos teatrales en estudio. En el fondo soy un director implicado en más tareas, delego, pero me gusta tener el control, no por un ansia de poder, sino porque si sale un romano con un reloj no quiero verlo en el cine, quiero verlo ahora.
Con los guitarristas me gusta que me hablen de sus guitarras y si es cierto el mito de que la guitarra le elige a uno o que vas por la calle ves una en una tienda y decides que debe ser tuya.
Fíjate lo que dices, casi todos la vieron, lo que reafirma la teoría de que lo importante de una guitarra es que te quede bien. No soy un gran friki de las guitarras. Vengo del rockabilly y me gustan las guitarras bonitas, de caja, semisólidas, Tengo una Funhen de Epiphone hecha a mano en Japón el año setenta y nueve, que es mi mejor guitarra, una Emperor, de caja ancha a la que le puse Bigsby. Y la que utilizo ahora con Cuti Vericad es una Duesenberg Star Player Tv Deluxe. La más cara que había porque por una cuestión nos dijeron, las que queráis a mil, y yo cogí la más cara. Me salió el músico muerto de hambre survival (risas).
Para finalizar ¿Cuándo va a ser la presentación en directo del disco?
Once de noviembre, ocho y media de la tarde con puntualidad inglesa, como siempre. Un concierto espectacular, presentación con honores de estado de La Venganza del Samurái, sala Oasis de Zaragoza. Va a ser un concierto para el recuerdo seguro, como siempre que toco en Zaragoza, que presento un trabajo, son conciertos muy muy recordados. Y como decía el equipo A, si estamos cerca de su ciudad y está en apuros no dude en llamarnos las veinticuatro horas del día, a su entera disposición.