PIXIES

Los Pixies venían a presentar su nuevo disco, y de paso a demostrar que siguen en forma, y que su repertorio sigue vigente. Tal vez no sean una banda que haya vendido muchísimos millones de discos, pero a pesar de su discontinuidad casi siempre se han mantenido en la primera línea de los carteles, incluyendo los grandes festivales de renombre, y siempre han mantenido un aura de banda seminal y han sido influencia indudable en toda la música que se ha hecho a partir de los 90 – Kurt Cobain era un fiel adepto convicto y confeso, hasta el punto de reconocer su influencia en canciones como «Smell Like Teen Spirit», por no hablar de la cantidad de bandas que en la época adoptaron como nombre el título de canciones suyas (sólo en España hay unas cuantas: hagan memoria, echen cuentas y verán).

El caso es que los Pixies de 2023 son en esencia los mismos de hace treintaytantos años pero con otra bajista, y parece que sin los malos rollos que les llevaron a tirar la toalla y separarse. Siguen tirando de sus himnos generacionales, que tienen unos cuantos, y saben que con eso no fallan: «Debaser», «Here comes your man», «Where’s my mind», «Vamos» o «Isla de Encanta» desatan el entusiasmo de la audiencia suenen al principio, en el medio o al final del concierto. Pero también le dedican bastante espacio a las nuevas canciones de su más reciente trabajo, el más que convincente «Doggerel», que repasaron casi entero, aunque una parte de la audiencia anduviese un poco perdida cuando se sucedían varias de sus composiciones actuales. Eso sí, en cuanto empezaban a sonar cosas como «Hey» o «Gouge away» el personal se venía otra vez arriba, volviendo a reconocer y a cantar cada canción, saltando y bailando como si nos hubiesen quitado treinta años de encima.

A pesar del generoso setlist, que superó de largo las treinta canciones durante más de dos horas de concierto, seguro que alguien echó de menos ésta o aquella canción, porque aunque con ese margen les dé para repasar casi la mitad de su discografía, son tantas melodías suyas las que han marcado a tanta gente, a cada cual de una manera, que siempre habrá alguien a quien le falte alguna. Que no sonaran «Velouria», «Gigantic» o «This monkey is going to Heaven», entre otros clásicos imperecederos, seguro que dejó un cierto escozor en parte de la concurrencia, pero tampoco se puede tener todo. Y lo que nos dieron hay que reconocer que estuvo muy bien.

En resumen, una velada en la que la nostalgia, las ganas de pasarlo bien y el afán de comprobar que los Pixies siguen muy vivos y dando guerra fueron satisfechas, dejándonos con la sensación de que, aunque hayan pasado tantos años, aquí seguimos todos disfrutando de lo que más nos gusta, ellos arriba y nosotros abajo, pero unidos por algo que no tiene fecha de caducidad. Y lo de despedirse con su versión del «Winterlong» de Neil Young, como vienen haciendo en esta gira, un lujo. 

Setlist: Cactus / Brick Is Red / Vamos / Ana / Here Comes Your Man / Break My Body / All the Saints / Nimrod’s Son / Death Horizon / The Holiday Song / Motorway to Roswell / Vault of Heaven / Who’s More Sorry Now? / There’s a Moon On / The Lord Has Come Back Today / Get Simulated / Haunted House / Thunder and Lightning / Pagan Man / Dregs of the Wine / Doggerel / Hey / Gouge Away / Bone Machine / I’ve Been Tired / Nomatterday / Planet of Sound / Caribou / Head On (The Jesus and Mary Chain cover) / Debaser / Wave of Mutilation / Isla de Encanta / Crackity Jones / Wave of Mutilation (UK Surf) / Where Is My Mind? / Winterlong (Neil Young cover)