LISA & THE LIPS

Siempre es una alegría y una buena noticia que Lisa y Bob nos visiten, ya sea como The BellRays o como Lisa & The Lips. En ambos casos la diversión y el baile están asegurados, y en esta ocasión tocaba sudar al ritmo de los segundos, el numeroso combo compuesto por músicos de aquí alrededor de la pareja norteamericana. Con todo el empaque que dan los vientos y los teclados a la vigorosa propuesta sonora que nos traen Lisa y los chicos, sólo es cuestión de relajarse y dejarse llevar para disfrutar de su ritmo y su groove.

A una hora bastante temprana para lo que por aquí acostumbramos (las 20.30) comenzaba el show, con mucha gente aún en la calle pensando que hasta que no estuviésemos todos dentro no empezaría. Pero este tren no espera a los pasajeros, así que si llegas tarde te toca correr y subir en marcha, y en este caso perderte el principio del concierto, amén de intentar encontrar acomodo entre las primeras filas. Se podía ver entre la concurrencia a bastantes músicos, amigos y allegados de los colegas que estaban arriba en el escenario, cosa que siempre es señal de que uno está ese día en el lugar correcto.

Con un comienzo más bien tranquilo, pasando por sus canciones más melódicas y reposadas, fueron de menos a más dando un buen repaso a su álbum de presentación (Introducing Lisa & The Lips, 2020), y hasta adelantaron algún tema del que será su segundo disco, metiendo en medio alguna versión, como ese fabuloso «Goin’ Down«. Enganchando unos temas con otros, la temperatura de la caldera en que se había convertido ya la sala subía por momentos, y la banda se iba viniendo arriba con la efusiva respuesta de la gente.

Un pequeño respiro antes de un último tema para rematar una sudorosa noche de funk & rock & soul con esta fantástica banda de la que hasta James Brown o Prince se sentirían orgullosos. Hicieron que la hora y media que nos tuvieron bailando pareciese una noche entera, de esas que no quieres que acaben nunca. Bendito cansancio. Bendita locura. Que nunca pare esta locomotora.