AGNES OBEL + JOHN GRANT

Como no podía ser de otra manera, triunfo rotundo en los dos conciertos que se presentaban esta noche. Dos artistas de amplio bagaje, que gracias a iniciativas como las Noches del Botánico, pudimos disfrutar en Madrid, ya que el eclecticismo y buena elección del cartel, ha sido desde siempre la seña de identidad de este festival.

Además de agradecer la variedad de propuestas y estilos tan interesantes a nivel internacional y nacional de artistas consagrados, así como los que despuntan en escena, es digno de señalar su ubicación privilegiada: el Real Jardín Botánico de Alfonso XIII. Sin duda, las noches calurosas de Madrid pasan desapercibidas por estos conciertos al aire libre, con ambiente cuidado, organización mimada, buenos accesos y que invitan a llegar con tiempo para disfrutar de la zona de restauración de food trucks variados, hamacas y buena cerveza en jardines donde los Dj’s sin duda, animan la velada.

Y es, en esta sexta edición de Noches del Botánico, donde hacía su aparición el primer artista, el músico y compositor estadounidense, John Grant.

Si bien es abanderado del rock electrónico independiente, comenzando su carrera allá por los noventa, muchos no le conocimos hasta veinte años después, tras protagonizar la banda sonora para la película independiente “Weekend”, que le dio el salto al panorama internacional.

Su música es un relato de los estados anímicos, con letras íntimas a la vez que reivindicativas. De este modo, voz y piano, hicieron las delicias del público, con el que el artista no paró de interactuar. Presentaba su trabajo “Boy from Michigan” que alguno de los asistentes conocía bien y tatareaba a la par que lo hacía el compositor.

Melodías cargadas de sensibilidad y personalidad, fueron abriendo la noche a la artista que vendría después: Agnes Obel.

Rotunda y con pleno dominio del escenario, fue presentando uno a uno, los temas del repertorio con dulce voz, haciendo también algún otro comentario, bien salvando las circunstancias que acontecen en el directo o bien demostrando con gran generosidad, su agradecimiento al público. 

En primer plano, y a cada lado del escenario, dos violonchelistas, que rasgaban las cuerdas a la par que Agnes Obel alternaba el piano y el teclado en el centro. Al lado suyo, una percusionista. Conjugando con su voz, coros que potenciaban el sonido, dotando texturas contemporáneas al clasicismo que latía bajo sus piezas. No esperó muchas canciones, para presentar a sus acompañantes y darles el buen reconocimiento que se merecían.

La estaticidad de los músicos, se veía contrarrestada con la proyección de imágenes repetitivas en el fondo, en los que la cámara iba enfocando a los artistas, como si veladuras de una fotografía se trataran.

Aunque el sentido de la gira era la presentación de Myopia, no dejó de lado otros temas anteriores, como fueron los de su aclamado trabajo “Citizien of Glass”

Desde que una conocida empresa utilizara su tema “Just so” para un anuncio, su música siempre ha estado en el panorama musical, incluso formado parte de bandas sonoras de series muy aclamadas. Su debut en 2010 ya tuvo un éxito rotundo en Bélgica y Dinamarca, llegando al circuito internacional en esa misma época.

Melodías íntimas y un tanto melancólicas, acompañadas de un pop de cámara elegante, misterioso y oscuro, fueron cerrando la noche del martes, ante un público entregado, que no dudo en esperar al fin del concierto para aclamar a esta fantástica artista.