ROBE

Festival Madrid Escena – 12/06/2022

Auditorio Parque Enrique Tierno Galván, Madrid

Texto: Chema Pérez/Alex García

Fotos: Alex García/Viky

 

Calurosa noche en un mítico parque de Madrid que recupera su anfiteatro para la causa. La causa del Rock. Mítico escenario que vio nacer a grupos que ilusionados participaban en los trofeos rock Villa de Madrid.

Robe ha conseguido triunfar de nuevo sin concursos, su fiel público de todas las edades llena una vez tras otra en Madrid aunque toque cada seis meses.

 

 

Y es que ha dado con la fórmula de sinfonía rock. Mayéutica funciona a la perfección. El nuevo grupo es una máquina totalmente engrasada y conjuntada. Los técnicos de sonido y luces de lo mejorcito, y el público, entregado desde el minuto uno, hacen que en cada concierto hagan una comunión perfecta. Si a esto le unimos los temas más emblemáticos de Extremoduro y las canciones de Robe que mejor progresan dan como resultado uno de los conciertos del año.

Tras una mención a las normas municipales de mierda, que obligan a empezar de día un concierto de tres horas, para acabar a las doce y un recordatorio a Enrique Tierno Galván, comenzó el concierto donde sólo hubo la agradecida tregua que da de quince minutos en mitad del concierto, para como siempre dice, hacer cosas de roqueros sin que sius vean.

 

 

Eché en falta que también mencionara la normativa de mierda que impone a los fotógrafos profesionales el artista. o su manager, o quién sea, y que les hace renunciar a sus derechos de autoría y remuneración.

A Robe no les gustan unas normas, al Ayuntamiento otras y a algunos ni unas ni otras. En fin… Que entre menciones a alcaldes comenzó la velada.

Cuatro temas de Robe de los tranquilitos para abrir boca, nunca mejor dicho, porque aquí se cantan todos los temas de principio a fin. A continuación, tras una maravillosa Si te vas, un tema nuevo, un tanto funky para ser ellos, llamado A la orilla del río.

Tu corazón fue como un estallido para el Karaoke Party, el Tango, el Segundo Movimiento de La ley y la casi nueva, Inteligible, que ya se sabe todo el mundo y que funcionó en directo mejor que grabada, dieron el colofón de una gran primera parte. Si leéis que fue sosa o lenta ni caso. Que hubo momentos de subidón continuo.

 

 

Cada roquero hizo sus cosas y al lío. Mayéutica de tirón, la gente como loca y remate con A fuego, la Vereda y Ama. ¿Se puede pedir más?

Quizás Puta o So payaso u otra de Extremo, cada uno tiene sus favoritas. Pero por eso va a cambiar el repertorio un poco entre conciertos, sobre todo al principio y al final.

A esperar a que saque nuevo disco y quien sabe si después una nueva sinfonía rock para cerrar trilogía. Seguirá tocando, seguirá llenando, seguiremos viéndole y seguirá habiendo normas de mierda.

Asín somos los humanos.