STORMY MONDAYS play NEBRASKA

Stormy Mondays no solo se han atrevido a grabar su interpretación eléctrica del «Nebraska» de Bruce Springsteen, sino que además – aunque en principio no entraba en sus planes – han acabado tocándolo en directo. Sólo dos veces, en Madrid y Oviedo, dos citas únicas e irrepetibles. Había que aprovechar la ocasión pues, y ver como le daban otra vuelta de tuerca más a estas canciones para hacerlas realidad también sobre un escenario.

Puntuales, con el Cafe Berlín lleno – en formato sentado, con mesas y butacas en la pista – por un público que en su mayoría venía, lógicamente, atraído por las canciones del Boss, se presentaban Stormy Mondays ante la audiencia con unos temas propios para ir tomando contacto. Algunos de los asistentes al concierto puede que ni siquiera conociesen a esta banda antes de que publicasen este trabajo, pero ahí estaban ellos para remediarlo. A base de su impecable oficio y su buen humor, Jorge Otero (compositor, cantante y guitarrista de la formación) se fue ganando rápidamente al personal. Y es que, si eres fan de Bruce, no es difícil que conectes rápidamente con la música de Stormy Mondays: canciones como «Días mejores«, «Nothing on my radio«, «Suitcase Full of Dreams» (cantada en inglés, castellano ¡y asturianu!) y, cómo no, ese «Sunrise nº1» que fue elegido por la NASA para viajar con los astronautas en el transbordador espacial Endeavour, fueron muy celebradas por toda la concurrencia.

Una vez roto el hielo, tocaba empezar a repasar las canciones de «Nebraska«, cosa que hicieron respetando rigurosamente el orden en que aparecen en el disco. Para la ocasión, a los tres acompañantes habituales de Jorge (Juanjo Zamorano al bajo y los coros, Danny Motgomery en la batería y Paul Bertrand a los teclados) se sumaron otros tres músicos, necesarios para aportar esa variedad instrumental imposible de conseguir con solo cuatro componentes: Juan Flores y Miguel Herrero se encargaron de la sección de vientos (y hasta de percusiones adicionales) mientras Héctor Braga se encargaba de las cuerdas.

La formación iba variando a cada canción, oscilando entre los cuatro y los siete músicos en escena, con la dificultad añadida para varios de ellos de ir cambiando además de instrumento. Precisamente, al ir a empezar con «Nebraska» se produjo el momento más complicado de la velada, ya que no había manera de hacer que la zanfona de Héctor sonase por los amplificadores, por lo que tras varios intentos infructuosos de ajustar las conexiones, se optó por hacerla sonar a través de uno de los micros preparados para los coros. Una buena manera de salir del paso y de no demorar el desarrollo del concierto, ya que la hora de finalizar tenía que ser a las diez y media, sí o sí. Una vez solventado este inconveniente, ya nada pudo entorpecer la marcha de la velada.

Como era de esperar, y a pesar del refuerzo de vientos y cuerdas, algunas canciones sonaron distintas a las versiones grabadas en el disco, lo que hace aún más especiales estas presentaciones. Como decimos, hubo tiempo de ver a los músicos cambiar varias veces de instrumento: hasta cuatro guitarras distintas y un banjo usó Jorge (además de colgarse la armónica al cuello), mientras Miguel iba combinando la trompeta con la pandereta y el glockenspiel, y Héctor a su vez alternaba el violín y el chelo (además de la mencionada zanfona). Hasta las tareas vocales fueron compartidas en alguna canción, con Juanjo y Paul intercambiando estrofas con Jorge.

En resumen: es un lujo ver siempre a esta banda en el escenario, pero más aún en una ocasión única y especial como ésta, con un repertorio irrepetible y siete enormes músicos en estado de gracia. Gracias, Stormy Mondays, por haber cambiado de opinión y haber tocado finalmente estas canciones en directo.

AVISO: EL CONCIERTO ANUNCIADO PARA EL VIERNES 13 DE MARZO EN OVIEDO QUEDA APLAZADO SIN FECHA A LA ESPERA DE LOS ACONTECIMIENTOS.