SANTIAGO CAMPILLO
Lecciones de guitarra y pundonor
Santiago Campillo es, sin duda, uno de los grandes guitarristas que tenemos en este país, aunque mucha gente no lo sepa o, simplemente, ni siquiera le conozca. Y es una pena. Como también lo es que en una ciudad como Madrid no llegase a llenar una sala de aforo medio como la Boite. Tal vez las cosas hubiesen sido muy distintas para él si hubiese seguido siendo el guitarrista y compositor principal de M-Clan, pero Santi no quiso seguir esa senda y apostó por tomar su propio camino.
Ese camino ha sido largo y duro, pero le ha dado otras oportunidades que ha sabido aprovechar, viajando y tocando con leyendas del blues como Buddy Whittington, o colaborando con Los Enemigos, Los Rebeldes, Raimundo Amador o Javier Vargas, entre otros muchos. Además, le ha permitido crear otros proyectos como Lunáticos, y le ha supuesto tener que enfrentarse a desafíos como decidirse a cantar sus propios temas. Ya son un par de álbumes los que ha editado con su propio nombre, y ahora está presentando el último, «A cara o Cruz», donde sigue apostando por el blues y el rock clásicos.
El repertorio se basa lógicamente en estos dos discos, incluyendo adaptaciones al castellano de temas míticos como «El cielo de tu amor (Sunshine of your love)», «Johnnie B. Goode» o «Ruta 66», algunas incluidas en esos dos trabajos en solitario, y también algún recuerdo de su antigua banda, como ese «Donde el río hierve» que también ha grabado en su último álbum, contando para ello con un colega que también formó parte de aquellos primeros M-Clan, el teclista Iñigo Uribe, quien apareció como invitado para hacerla en vivo con Santi y su banda. Y ya puestos, hasta desempolvaron también la gloriosa «Un buen momento«, otro inolvidable temazo que dio título a aquel gran primer álbum de la que fue su banda. Como remate para cerrar los bises, otra revisión de altura: un incendiario «Voodoo Child» que puso la guinda al pastel.
Está claro que el señor Campillo no vive de la nostalgia ni del pasado, pero tampoco renuncia a un legado del que puede estar orgulloso, mientras sigue apostando por seguir su propio camino y por aprender y renovarse constantemente, en compañía tanto de músicos jóvenes como veteranos. De todos aprende y en todos deja su huella este enorme guitarrista para el que el éxito es poder continuar creando y descubriendo, componiendo y conociendo, sin atender a más dictados que los de su alma rockera.