ENTREVISTA A SEX MUSEUM
Charlamos con Marta y Miguel del nuevo disco y su próxima gira
Bueno, han pasado cuatro años desde el último disco (“Big City Lies”), que se han hecho largos…
MIGUEL: Sí, casi cinco años han pasado. Pero es que ha habido por medio muchas historias, y con los otros grupos. Además la preparación del aniversario del “Fuzz Face” fue bastante larga, porque había que preparar un montón de canciones que no teníamos en el repertorio y había que volver a meterlas con toda la caña del mundo con Loza y Javi Vacas.
Claro, algunas ellos no las habían tocado nunca…
MIGUEL: No, casi ninguna, y había que meterlas a todas una mano que no veas, y eso lleva un tiempo porque no puedes hacerlo de cualquier manera. No es hacer una versión de aquellas canciones, sino trasladarlas al momento actual y mantener esa mala leche que tenían cuando éramos chavales, con ese espíritu totalmente enérgico y brutal, y eso es un trabajo. Además ha habido por medio disco de Corizonas y Los Coronas…
Claro, eso también os resta
MARTA: No es que reste, es que tiene a la mayoría con el foco de atención en otro lado.
MIGUEL: Y los demás están componiendo esos temas nuevos, y ocupando el tiempo y el local con eso. No puedes estar grabando tres discos a la vez. Bueno, puedes grabarlos pero no puedes componer para tres historias distintas al tiempo.
Pues sí, es un poco de esquizofrenia y no debe ser muy sano mentalmente…
MARTA: …pero tampoco es sano para los que nos toca parar, porque es difícil mantener calentita una casa abandonada, para que Sex Museum no se muera cada vez que se para por los otros proyectos. Y es un trabajo que hay que hacer para que esto no se acabe.
Está claro, aunque la gente que os sigue siempre está ahí también manteniendo esa llama…
MARTA: Sí, pero hay que estar ahí respondiendo para que no se apague.
MIGUEL: Si ya hace 15 o 20 años parabas un mes o dos y la gente te decía: “Ya lo habéis dejado, ¿no?”. Pues imagínate cuando pasa tanto tiempo sin sacar un disco.
Pero bueno, una vez que os habéis puesto con ello la cosa ha ido bastante rápido.
MIGUEL: Sí, ha ido muy rápido la verdad.
Vosotros dos, como habéis estado más de parón ¿habéis tenido más tiempo de componer o ir teniendo ideas?
MIGUEL: No te creas, porque mientras tanto hay que buscarse la vida con otras cosas, y te metes en otras dinámicas. Los horarios de un grupo son muy especiales, no puedes dedicarte a otras cosas y luego ir a ensayar todos los días, porque nosotros no nos lo tomamos como un hobby, de ir a pasar el rato los fines de semana, ¿sabes? Es darle, y darle, y darle…
Claro, es trabajo, y un trabajo duro, además.
MIGUEL: Sí, sí. Y yo he faltado a muchos de los ensayos, pero sé que Marta se ha pegado una paliza para este disco de mil pares de cojones.
MARTA: Siempre me la doy…
MIGUEL: …pero en este caso en particular creo que especialmente.
Y además, has tenido tiempo para sacar un proyecto en solitario.
MARTA: A ver, yo siempre soy la exploradora. Me voy de las influencias comunes del grupo a nutrirme para sacar cosas para el grupo. Por eso si me dicen: ¿En estos años qué has hecho? Pues como siempre, mucha labor de investigación, experimentar para ir ampliando la visión, porque a mí me aburre mucho hacer siempre lo mismo, y en un grupo que lleva tanto tiempo puede haber un poco ese rollo… Eso no quiere decir que estés durante cuatro años componiendo canciones que algún día se harán, no. Yo, cuando Miguel dijo en un momento dado: O hacemos un disco ahora, o dejo el local, no teníamos canciones y rápidamente nos pusimos en tres meses. Yo quizá hice más porque siempre estoy componiendo y tengo un rollo más… Digamos que los demás componen cuando hay que hacer un disco y yo aunque no esté con el grupo siempre estoy haciendo música. Pero cuando lo dijo Miguel estábamos todos en un buen momento para hacer canciones, porque al resto del grupo después de estar en otras cosas les apetecía hacer caña. Se dio la oportunidad de componer todos y de decir: vamos a hacer algo cañero.
Y así ha salido la criatura: muy potente, aunque luego hay sonoridades diferentes
MARTA: Bueno, el sonido es muy homogéneo aunque el espíritu de las canciones pueda ser diferente. Luego la gente dice que le suena a todas las épocas nuestras… Yo creo que ha sido muy importante lo del 30 aniversario. Ha sido fundamental. Porque Fernando, Miguel y yo lo sabemos, lo llevamos dentro…
MIGUEL: Lo hemos vivido todo, claro…
MARTA: Hemos hecho todas esas canciones, las hemos tocado, pero ellos (Loza y Vacas) no.
MIGUEL: Cuando ellos se metieron en el tema y empezamos a tocar todos juntos esas canciones, y un concierto tras otro, ya sabían realmente de qué van, ya las pillan la chispa, el espíritu… Porque los primeros conciertos uno lo hacía así más tranquilito, porque eso sonaba así… Pero no: olvídate, vamos a hacer esas canciones como nos suenan ahora.
MARTA: Al principio había conciertos que se morían, porque yo me empeñé en no hacer diez o doce, sino hacer treinta e ir cambiando, y a veces al final de los conciertos acabábamos todos gritando porque era un esfuerzo gigante, ¿sabes? Eran canciones que no habían hecho, muchos temas, muchos estilos, mucha potencia… Que de repente, cuando haces eso, ves lo que somos Sex Museum, que somos unas bestias. Yo creo que eso y la gira del Fuzz Face, toda esa esencia bruta de cómo vamos, ellos la han entendido. Nos hemos centrado en Sex Museum, en lo que somos, y se ha entendido.
MIGUEL: Sí, y yo estoy muy contento de que en este disco no haya medios tiempos. Te lo digo sinceramente. Y yo creo que era el disco que queríamos: muy enérgico y muy cañero. High energy, absolutamente.
De principio a fin. Y os soltáis a gusto….
MARTA: …pero luego tiene también, y a mi es lo que más me gusta, que es lo de siempre pero hay aire. Las canciones tienen silencios, luego suben, o de repente vuelan, va fluido. No es algo que suene a copia o a versión de no sé quién, sino que siendo original y dentro de nuestro mundo, hemos llegado a otros universos. Yo lo veo así.
MIGUEL: Sí, sí. Tiene muchísimos ambientes, mucho aire. Canciones muy marchosas, pero que no son tan abigarradas.
Sí, tampoco es súper denso, todo el rato a piñón fijo, como algo machacón…
MIGUEL: También todo el rollo que tiene Marta con los sintetizadores es súper fuerte y súper intenso. Nadie compone con un sintetizador como lo hace Marta, que tiene una energía brutal, y de repente te viene con una canción que dices: esto es un cañón.
Y has tenido juguetes para aburrir, en la grabación, ¿no?
MARTA: Sí, y he utilizado todos.
Ese piano que abre el disco, que no te lo esperas que empiece así un disco de Sex Museum, tan solemne.
MARTA: Te digo la verdad: yo fui sin saber casi lo que iba a tocar en este disco. Tenía alguna idea pero como estoy en una época que he tocado tanto y tengo confianza en mí misma, vi el piano ese y dije: ¿Se puede tocar? Y me dijeron: Sí, sí, está ahí para eso, tócalo. Y me puse y se me ocurrió esa melodía, y dije: Esto va a ser para la intro – que iba a ser diferente, pero en ese momento se lo le dije al técnico, y lo montamos. Eso ya ha sido la magia que ha habido en este disco. Sin estar muchos días, porque siempre queremos hacer un disco que podamos tener tiempo, pero nunca tenemos el que queremos, y este lo grabamos en cinco días, o en cuatro, todos juntos a la vez, mirándonos a la cara.
MIGUEL: Sí, menos la voz, que siempre se graba después…
MARTA: Sí, la voz tiene sus dos, tres o cuatro días, y algún día más para sintes o guitarra, pero el resto fue todo a la vez, y sin embargo hubo tiempo para crear, ¿sabes? Hubo huecos. Yo por ejemplo con los sintes, con un poco de ayuda de alguien que no te ponga esa resistencia de ¿Ésta qué está haciendo?, sino con un técnico bueno y que confiaba en mí, y salieron que te cagas.
MIGUEL: Sí, tenemos un ventaja muy grande en el técnico con el que lo hemos hecho, se nota que nos conoce, que le gusta lo que hacemos, entonces te daba facilidades. Había cosas que te creías que no estaban sonando bien, y lo ibas a oír, y él con el arreglo que tenía en su cabeza, te lo ponía y decías: Hostia, sí, sí, que está guay. Mira, le cambiaría no sé qué simplemente para que quede un poco más redondo.
MARTA: Sí, ha hecho alguna labor de productor, aunque Fernando ha estado ahí todo el rato y era el que dirigía, pero Fran (Meneses) tiene capacidad de coger y, sin decir nada, este trozo lo corto, lo pongo no sé cómo, y no se entera nadie pero suena mucho mejor. Ese tipo de cosas. Y sin ser el productor, pero hay mucha afinidad.
Estabais allí casi en familia, y cerca de casa, que todos los días vuelves a dormir, no estás fuera
MIGUEL: No, a mi no me gusta demasiado lo de salir fuera porque te saca de tu vida, hemos llegado a una dinámica que me parece más cómodo llegar a grabar, y luego poder volverte a casa…
MARTA: A mí me encantaría irnos a algún sitio, te vas a Ibiza diez días y estás grabando, y lo mamas y lo mascas todo el rato, y te levantas por la mañana y te pones a grabar, o te quedas hasta por la noche. A mí me encantaría, porque yo soy muy de componer a cualquier hora y de ponerme ahí, lo que haga falta… Lo de ir a un estudio y tener que hacer antes la compra, la comida, luego volver… No es lo mismo.
MIGUEL: A mí no te creas que tanto, ¿eh? Porque está la parte tuya personal que muchas veces necesitas el momento de descanso tuyo. Y estar todos juntos todo el rato, a veces al final pierdes tu visión, porque los demás te están diciendo cosas todo el rato y pierdes esa capacidad de ver cómo llevarlo a tu terreno. Y en vez de salirte lo tuyo estás haciendo lo que quieren los demás, y no es eso.
MARTA: A Miguel le hemos dejado muy libre esta vez. Es eso, que llevamos ya tantos años… Pero ha habido otros discos que no había esa compenetración entre todos, que no te gusta lo que está haciendo uno, o que no le sale algo, que está nervioso, o que está pasando por una mala época… Somos personas, está claro.
Y no es fácil coincidir todos en el momento y en la situación más propicia.
MIGUEL: Y todo lo de tu vida te afecta en tus canciones, en todas. Somos artistas y todo nos influye, para bien y para mal.
MARTA: Y en este disco ha habido buena sinergia entre todos.
Y estáis como siempre, indomables, cañeros y combativos no solo musicalmente, sino en las letras. Sólo con los títulos ya nos hacemos una idea: “Outsider”, “Riots”, “Breaking the robot”… Violencia callejera, casi – aunque sea intelectual.
MIGUEL: Sí, sí… Eso es.
MARTA: Es lo que hay, estamos en una época en que hay que dar caña. No nos queda otra. A estas alturas ya es lo que hay, con el mundo como va.
Es verdad, esa idea que planteáis en “Breaking the robot”, que hay que evitar caer en esas rutinas que nos creamos y que nos atrapan, y caemos en ellas solos y casi sin darnos cuenta.
MIGUEL: Y encima rutinas que no son tuyas.
Te metes en Facebook, por ejemplo, y te puedes tirar horas ahí mirando…
MIGUEL: …y nada de lo que estás viendo te interesa.
Sí, ves cuatro cosas interesantes, y lo demás son chorradas, pero quieres seguir bajando, y eso no acaba nunca… Es peor que la heroína, engancha más.
MIGUEL: A mí me gusta por las mañanas, temprano, que es cuando la gente pone música. Luego todo el mundo empieza a hablar de lo que ha ocurrido en el día, de politiqueo, de no sé qué…
Sí, muchas veces descubres cosas que no conocías, o te enteras que hay tal evento, que viene a tocar no sé quién…
MIGUEL: Sí, eso es. Lo demás, te metes en una dinámica, en una rutina, que no es tuya, que no la hubieras elegido ni de coña, y te vas a ella.
Y no te has enterado. Y te has metido tú solo, encima. Te lo han puesto ahí, y vas para dentro.
MARTA: Pero el mundo es así, desde pequeños ya nos están marcando unas normas, y luego depende de cómo lo recibimos. Yo ya pienso que el viaje verdadero es el viaje interior. Yo en eso ya me he quedado sola, y a viajar. Ya no hay que gastar gasolina, no hay que contaminar más, lo puedes ver todo en internet, puedes hacer lo que sea… Y el verdadero viaje que nos queda en realidad es el interior, porque el potencial está ahí, no está en comprar, en tener, en ser más o menos, sino que está en ser lo que eres y serlo de verdad, y en vivir el momento.
Sacar lo que tienes tú dentro, no sólo ver lo que hay fuera, ver lo que tienes tú dentro y sacarlo también. Al final, lo que hay fuera es porque otros sacan fuera lo que tienen dentro.
MIGUEL: Tú no te tienes que comparar con nadie de ninguna manera, tú tienes que vivir, hacer tu vida, pero una vida real.
MARTA: Nosotros tenemos esa suerte de poder llevar una vida digamos honesta, comprometida. Pero es duro. Yo a veces cuando lo veo pienso que es muy duro, y cada vez me lo parece más, y cada vez lo será más. Porque nos vamos haciendo mayores, y será peor. Pero bueno, es el precio por hacer algo que sabes que está bien, sabes que no haces nada malo.
A veces diréis: Lo que ha costado llegar hasta aquí, parece mentira pero aquí estamos, defendiendo lo que siempre hemos creído
MARTA: Es difícil valorarse, ¿eh? También es fácil echarlo por tierra y decir: no he hecho nada.
Hombre, yo creo que quien tiene esa postura no es capaz de aguantar y llegar tan lejos, ¿no?
MIGUEL: Pero vivimos en una dinámica en que, como dices, somos bastante outsiders, entonces lo que te ocurre es que mucha de la gente que tienes alrededor no te entiende. No entienden por qué haces esto así, si no te lleva a un éxito palpable y material, ¿sabes? En España no se entiende lo que es la cultura ni el arte. Y también ocurre con la gente que tienes cerca. No te creas que toda la gente que tienes cerca te entiende.
MARTA: Hay una domesticación brutal de todo el mundo, así que el que no quiere domesticarse tiene que tener algo que es interior, y lo nuestro es una lucha que hasta dentro del mismo grupo es difícil entenderlo, y no lo entendemos todos igual. Y somos cuatro tíos y una tía, que ahí hay otra lucha vital, que se está viviendo más ahora en el mundo entero. Estamos viviendo una época que es así pero nosotros hemos apostado por vivirla de esta manera, como unos trogloditas.
Y os va saliendo más o menos bien, aunque pueda parecer imposible. Algo de orgullo debe daros.
MARTA: A mí no me parece imposible, y me parece que debería ser más fácil, porque dices: joder, lo hacemos bien, haces feliz a mucha gente… Tendrías que poder vivir de ello, pero la vida no es tan fácil.
MIGUEL: Cada vez es más difícil que se pueda hacer esto, esto nos ocurre a nosotros porque todo el cambio brutal que hubo con internet y todas estas cosas ya nos pillaba con una carrera larga detrás, pero si no es una cosa muy difícil. Ya no se venden discos, las modas cambian constantemente, y como estés pendiente de que sean los jóvenes los que te vayan a seguir, enseguida van a estar pensando ya en otra cosa. Muchos de los fans que tenemos no son precisamente demasiado jóvenes, son gente que les prendió el gusanillo dentro antes de que existiera internet y todo esto.
¿Notáis que la gente lleve chavales a los conciertos ahora que se les permite el acceso en más sitios? Porque pandillas de 16 o 18 años como íbamos antes es difícil ver ahora…
MARTA: Sí hay gente con niños, que lleva a sus hijos, o sus sobrinos… Pero nosotros somos muy poco conocidos en España, ya no te digo a nivel de grupo rockero internacional sino dentro del mundo rockero español no somos muy conocidos.
Y a lo mejor ni en el mismo Madrid, y sois de las pocas bandas de aquí que lleváis treintaytantos años sin parar de tocar
MARTA: Claro, pero tenemos esa baza de que quien nos ve sin conocernos y nos descubre, le flipa y se hace superfan, tenga la edad que tenga. Y eso nos sigue pasando, y nos pasa con muchas chicas, porque a lo mejor son ahora más curiosas las mujeres de las generaciones más jóvenes; o el que nos conoce por su hermano o su colega, o recuerda que nos vio en las fiestas de no sé dónde y le encantamos y se enganchó, eso siempre nos ha pasado. Pero acceder ahora al movimiento de la música que es puro marketing y todo está calculado, y tienes que hacer no sé qué para Spotify…
Todo tan estudiado, tan poco espontáneo.
MARTA: Muy estudiado.
MIGUEL: Es que hablamos de grupos garageros de ahora, de chavalillos, y hay muy poca gente en los conciertos. No va tanta gente, no hay ese movimiento que había cuando nosotros éramos chavales…
MARTA: …y parece que sí que lo hay.
Sí, generan un ruido mediático en torno a ellos, con sus redes sociales y los seguidores, pero tampoco hay tanto como puede parecer…
MIGUEL: Eso es, pero no mueven tanto. Y da rabia, da rabia. Porque lo ves. Es gente que en pocos años se tendrán que dedicar a otras cosas.
Pues desgraciadamente sí. A lo mejor alguno por afición o convicción seguirá tocando…
MARTA: Sí, porque eres artista y no puedes hacer otra cosa…
MIGUEL: …sí, eso músicos sueltos, pero no grupos.
Eso sí, eso es mucho más difícil.
MIGUEL: Es a lo que me refiero, que grupos que vayan a tener una existencia longeva no creo que vaya a haber muchos, sinceramente. ¿Y por qué no? Es que no hay esa demanda real.
Sí, la sociedad de consumo es así, de usar y tirar, modas que pasan rápido…
MIGUEL: Y a mí lo que tampoco me gusta es ver que hay grupos, de nuestra generación y de otras, que parece que terminan pero vuelven otra vez…
MARTA: En cambio nosotros nunca lo hemos dejado, siempre hemos seguido ahí.
MIGUEL: Y no creo que vaya a ocurrir lo mismo con la gente nacida a partir de los 90.
MARTA: Bueno, quién sabe. No podemos saber el futuro. Yo siempre he pensado que nada es imposible, igual que está Trump de presidente en EEUU, que me parece impensable, o muchas más majaderías, podría pasar cualquier cosa… Es una cosa de cómo te proyectas en el mundo y cómo te crees que lo mereces, y lo que estás dispuesto a hacer, y nosotros igual somos demasiado románticos, porque yo creo que el proyecto podría funcionar igual si fuéramos más listos a nivel de moverte con los codos y de hacer las cosas como las hace la gente que triunfa. Mucha gente tiene mucho talento y lo sabe proyectar a alguien que le sabe mover y conecta con la gente, y luego hay otros estilos de música que son mucho más complicados y la gente no está preparada o no le gusta… No sé, yo es que estoy en una época muy de darle vueltas a todo.
Vosotros seguís adelante, y ahora lo que toca es mover el disco.
MARTA: Eso es. Hay que mover el disco, y va muy bien además, estamos en el 53 de ventas de España esta semana en las listas… No nos vamos a poner a pensar en ello a estas alturas, pero bueno: por lo menos la gente ha comprado el disco.
Eso te saca al menos una sonrisa, te hace ilusión
MIGUEL: Claro, totalmente. Y eso sin haber hecho todavía conciertos [esta conversación es del 31 de octubre].
MARTA: Sabemos que tenemos fans tan grandes como los que puedan tener los Foo Fighters o cualquiera, aunque sea a nivel reducido, que cumplen y que compran el disco en cuanto sale. ¿Sabes lo que pasa? Que nosotros hemos tenido muchos fans en todas las épocas, entonces no es lo mismo los fans que nos hicimos en el Sonic, que los que teníamos en el Fuzz Face, que los que vinieron a partir de Independence, que luego los que nos hemos hecho en los últimos años. Entonces, como la gente se va casando, va teniendo hijos y tal, es como que unos desaparecen, aparecen otros, algunos vuelven a aparecer después… No sabemos lo que nos vamos a encontrar ahora, seguramente al ser más cañero nos podamos encontrar con gente diferente a la de estos últimos años, que con la gira de Back to the Fuzz salieron más los del principio. Entonces puede ser que conectemos con gente más joven que nos mueva, porque unas veces hemos llegado bastante alto y otras hemos estado más abajo. Tampoco hemos estado toda la vida vendiendo quinientos discos, Sparks vendió cincuenta mil copias. Es como si dices: Alaska en unas épocas no sabe nadie de ella y en otras está en la tele todo el puto día. Nosotros a nuestro nivel, es lo que tenemos los que sobrevivimos, que te van tocando las épocas. Ojalá ahora venga una de subida. Son ciclos que te van llevando, y yo creo que este va a ser bueno. No sé lo que durará y hasta dónde nos llevará. Ahora estamos intentando llevar la magia de este disco al directo, que es complicado.
De este disco ¿tocaréis todas las canciones en directo, como hicisteis con el anterior?
MARTA: Sí, vamos a hacerlas todas. En principio yo creo que todas funcionan en directo. Es un disco para tocarlo en directo y hacerlo grande. Es para tocar en sitios grandes, lo pide así el sonido.
MIGUEL: Iremos metiendo también clásicos, evidentemente, y luego irán cambiando el orden. Los primeros conciertos que vamos a hacer son este fin de semana, viernes y sábado, luego cuando las vas tocando dices: Esta no pega tanto aquí, yo creo que quedaría mejor ahí…
MARTA: Este disco, que está bastante conseguido de sonido y es bastante complejo para ponerte a tocarlo, tienes que cambiar estructuras y hacerlo es un curro, porque hay que preparar bases y cosas, para que crezca y podamos transmitir en directo todo el rollo que tienen las canciones. Y lo estamos haciendo en muy poco tiempo. El otro día me decía Fernando, sin compararnos ni de coña con ellos: Pink Floyd se tiraban un año pensando cómo hacer un disco en directo. Porque el paso al directo es complicado, aunque el disco ha quedado muy bien y salió tocando todos muy fluidos, se nota ahí la madurez de tocar.
MIGUEL: Y que llevamos una buena dinámica de sonido de grupo, por eso era el momento de hacerlo ahora, no debíamos esperar.
MARTA: Ha habido una muy buena actitud de todos los miembros del grupo.
En la portada ha habido un cambio muy brusco respecto a la del anterior disco, que era tan lineal y tan geométrica – aunque a lo mejor era la anterior la que era más diferente a vuestra línea habitual…
MARTA: Nosotros llevamos una progresión artística en las portadas paralela a la música. El anterior fue de ruptura, pero los dos se hicieron en sintonía con los discos.
Este es mucho más orgánico, aunque también contrasta que hay elementos tecnológicos
MARTA: Se nos ocurrió la idea de este personaje, ese astronauta saliendo de la tierra, con las alas, medio cuerpo agarrado a la Tierra y medio en el Universo, y luego oyendo el disco salió por ejemplo lo de las ballenas, por ciertos sonidos de sintes y guitarras que nos las recordaban…
Es muy curioso el personaje, con las raíces en la tierra, quizá en referencia a mantener esas referencias como decíamos, pero luego con un rollo espacial, la tecnología, la experimentación… Es un simbolismo muy vuestro, pero además es un personaje casi de El Bosco, como esos hombres-árbol.
MARTA: Es como primitivo, sí… Eso fue cosa de Oskar Benas, el ilustrador, cómo lo retrató, que la idea la pilló muy bien. Para mí es lo mejor que ha hecho, y he visto muchas cosas de él pero esta es la que más me gusta de todo lo que ha hecho. Me parece que ha dado en el clavo, es brutal. Tiene mucha magia, mucho poder… Está muy bonito.
O sea que le habéis dado pistas pero le habéis dejado total libertad.
MARTA: Fue todo muy rápido. Según Fernando, la idea de lo del astronauta me vino a mí en un momento de inspiración, y le gustó y se la contó a Oskar. Siempre me suelo encargar yo de estas cosas, pero esta vez conocimos a Oskar y conectamos muy bien. Le gustó la idea, se inspiró, y en quince días o así lo tenía. Le metió los planetas y tal, y luego le dijimos lo de las ballenas volando también…
La verdad es que ha quedado realmente bonita…
MIGUEL: Sí, esa es una de las cosas que también tenemos siempre muy claro, la portada tiene que ser algo artístico, no vale una portada normal y corriente. Y Marta eso se lo ha currado siempre mucho.
MARTA: Yo siempre estoy pendiente captando artistas, siempre me ha gustado el arte y me viene de familia, admiro muchísimo a los pintores, ilustradores, diseñadores… Pero Fernando también es muy inconformista y siempre está buscando los detalles, dándole vueltas… Y en este caso, hemos quedado muy contentos.
No es para menos. Un gran disco en todos los aspectos. Como siempre, un placer. Gracias.
Igualmente, muchas gracias.
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