ULTIMA EXPERIENCIA

Hacía ya mucho tiempo (3 años, que se nos han hecho largos) desde que publicaron su anterior trabajo, y por tanto había muchas ganas de ver a Última Experiencia de nuevo estrenando temas sobre un escenario. Inmersos ya en la gira de presentación de esta «Cultura caduca«, que supone su tercer álbum, y a falta de un mes para la cita con su afición en Madrid el trío ha querido hacer un adelanto especial para los medios, en el mismo escenario en que lo presentarán para todo el público: la emblemática sala Siroco, una de las que les vio nacer y crecer, y donde muchos les conocimos.

Cita temprana: antes de las 9 de la noche ya estaban sobre el escenario Miguel, Carlos y Jose, empezando a desgranar las nuevas canciones de su flamante nuevo disco. Anunciaron que iban a tocar el álbum completo y en el mismo orden que aparecen publicadas, de la 1 a la 9. Las composiciones no ofrecen grandes cambios en cuanto al tipo de sonido al que nos tienen acostumbrados, siguiendo la línea marca de la casa, que va desde el blues más puro y cristalino a la distorsión saturada del rock más crudo y procaz. En cuanto a la inspiración lírica de los temas, no han tenido más que mirar alrededor y ver que realmente hay tanto que contar y cantar, que son tan necesarias la denuncia y la llamada a la cordura. La mayor parte de las letras siguen esa senda reivindicativa, aunque también se permiten enfadarse con «2016«, ese año aciago que se llevó por sorpresa a tantos referentes artísticos universalmente fundamentales, incluso desatar sus sentimientos más tórridos y lujuriosos en «Lenguas de fuego«.

Lo dicho: sorpresas pocas en cuanto a nuevos rumbos musicales. Al contrario, se reafirman en su amor por el blues y el rock más genuinos, en el gusto exquisito para componer melodías y en la brillantez para ejecutarlas. Ya sea en los cortes más suaves y calmados o en las piezas más furiosas, siempre es un placer y un espectáculo ver las evoluciones de esa monumental sección rítmica que forman la fogosidad de Jose al bajo y la contundente precisión de Carlos en la batería, y por supuesto el asombroso dominio de Miguel con la guitarra, sin perder de vista su faceta de cantante, cada vez más afianzada y más emotiva. No esperábamos menos de ellos, y una vez más han demostrado que no solo siguen estando a la altura de su firme trayectoria sino que hasta son capaces de, poco a poco, ir subiendo ese nivel de excelencia. No les perdamos de vista, nunca decepcionan, y quién sabe hasta donde serán capaces de llegar. En cualquier caso, merecerá la pena seguirles.

Podéis ver la fotografías del concierto en el siguiente vídeo de nuestro canal Youtube: