PURO SÍNKOPE, SOLD OUT

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Ambiente 100

Atrás quedan ya aquellos años de ‘petate’, carretera y salas pequeñas a medio llenar. Se puede decir sin miedo que los extremeños Sínkope han encontrado definitivamente su hueco. Cierto es que no son precisamente nuevos en esto de la música, en 2016 celebraron sus 25 años en los escenarios, pero ha sido en estos últimos cuando Vito y los suyos han logrado más presencia, la misma que ahora les ha llevado a llenar salas como la Rivierael pasado 24 de febrero hicieron un sold out en toda regla-. Una parte del éxito se lo deben, sin duda, a los ‘sinkoperos’, fervientes, fieles e incondicionales fans que les acompañan allá donde van, y que el sábado tampoco se perdieron la presentación del directo de su nuevo disco ‘El Parque de los Poetas’ (Rock Estatal Records, 2017).

Los extremeños salieron al escenario estrenando los temas de su último trabajo. La primera parte la dedicaron íntegramente al disco, y si tenemos en cuenta que este salió a la venta hace escasos meses, sorprende que tantos de los de allí presentes cantasen a coro con Vito cortes como ‘Los bichos que alimento’, ‘El que mata la vergüenza’ o ‘Mi barca y mi mar’ con los que arrancaron el show. Sínkope sigue la línea que le llevó al éxito y en los cortes se perciben todas las señas musicales que les caracterizan, en letras y melodías; con los que se encuentran cómodos, con los que se manejan muy bien y con los que en directo saben llegar a su solícito público que además recibió con gran entusiasmo cortes como ‘El parque de los Poetas’ y ‘No me desates’.

Tampoco en esta ocasión faltaron las colaboraciones. La banda invitó al escenario al “corista” de Robe Iniesta – como le presentó Vito-, Lorenzo González, con quien cantó a dúo la intensa poesía de ‘Pan de besos’. Al término de este corte aprovechó para reivindicar la libertad cultural. “Yo he vivido más libertad de la que hay ahora, que condenan a dos raperos, a una tía por un chiste, secuestran el libro de Fariña, y se han censurado fotografías en Arco. Yo también podía decir algo y que me encarcelaran por usar la palabra viva, la palabra. No más censura, sí a la libertad de expresión, no más presos por el arte. Nada más, gracias”. Palabras a las que siguieron ‘Me da mucha rabia’ y ‘En Parihuelas’. Y llegó el turno “doble” de otro de los cortes más destacados del disco, un letra que ha tenido que esperar hasta este duodécimo trabajo para tener melodía y que Vito presento con un “Madrid, a saltar, coño” pero que tuvo que parar a las pocas estrofas porque “se me ha ido la letra, I’m sorry”; un lapsus que supo resolver con desparpajo y que el público se tomó con humor disfrutando y cantando con ellos.  Antes de acabar la primera parte, el frontman introducía: “para mí fue un gran placer cantar con ella en la radio, luego en San Fermínes, y lo máximo ha sido que mi voz, y su voz se mezclen en una canción. La voz más poderosa de este país. Con todos ustedes, Aurora Beltrán (anteriormente integrante de Belladona y de Tahures Zurdos). La tormenta”. Con ella y un bonito acústico llegó ‘Abriéndose un claro’.

Lo que quedaba de noche lo dedicaron a dar gusto a los incondicionales. A los éxitos que les han llevado donde están hoy y que recogen toda su esencia. Quizás por eso, y tras ‘Cuando no te pones falda’, los primeros acordes de ‘Humo de contrabando’ llevaron la euforia a la Sala La Riviera, un estado del que ya no bajarían enganchando algunos de sus mejores temas, como ‘Moriría por ti, pero no mataría’, antes de salir para volver a entrar con ‘Le voy a cobrar a tus labios tus miradas’ (con el que Alberto, guitarra, se lanzó a cantar una estrofa). Con la sala en su mejor momento llegó ‘El Carro de la vida’, «que dedicó a mi compadre Kutxi», y ‘A merced de las olas’. La noche la remataron como mejor saben, metiendo todo ‘En tarros de miel’.

En definitiva, un buen show, aunque la fatiga vocal de Vito a cuenta de la gripe (según el mismo aclaró) hizo mella y se dejó notar en algunos cortes – especialmente en la primera parte del concierto-. A pesar de todo, el ambiente y el feedback entre banda y público fue espectacular. Y, aunque se les mencione inmerecidamente poco, hay que destacar el buen hacer de Miguel Álvarez (bajo), Alberto David (guitarras), Woody Amores (guitarras) y Ferdi Hernández (batería), la base que forma Sínkope.

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