GRAVEYARD + DOWNTOWN LOSERS
Graveyard al rescate del Rock
Ni los chinos ni los coreanos, resulta que los que mejor saben “copiar” van a ser los suecos. Al menos en lo que a Rock se refiere.
Afortunadamente Suecia cuenta con muchos grupos buenos y de vez en cuando sale uno excepcional como Graveyard, que con diez años escasos de bagaje, ya se han consolidado como referentes del Rock del siglo XXI, habiendo absorbido y tamizado debidamente la esencia del rock de los setenta. El ave Fénix que presentan en su logotipo a base de luces como decorado del escenario ya hace indicar, a modo de metáfora, que vienen del Cementerio y resurgen de las cenizas del Rock para rescatarlo, o al menos a mí así me lo parece.
Se presentaron con unos buenos ingredientes clásicos, guitarras Gibson, amplis Marshall, y bajo Rickenbaker, aderezados con unas pintas al uso, como debe de ser para todo buen roquero del estilo que se precie, a saber: pelos largos pero no mucho, lo que viene a ser melena, un carácter un tanto taciturno, pero sin por ello ser borde (dieron las gracias varias veces en español), y vestimenta clásica sobria, a base de vaqueros y camisa negra.
La voz de Joakim Nilsson, es de esas con las que se sufre. Desgarrada, aguda y profunda por momentos, da la impresión de que se le van a romper las cuerdas vocales, pero no. El tipo canta así. Luego por otro lado está Jonatan Larocca-Ramm, que hace una incansable labor con la guitarra solista. Riffs continuos, solos “ocultos” en los estribillos, acordes doblados con la rítmica de Joakim, alguna octava más alta, y todo ellos sin ir de “mirad que guay que soy y que bien toco”. Y las “nuevas” incorporaciones Truls Mörck al bajo y Axel Sjöberg a la batería, cumpliendo sobradamente su misión.
Repertorio tienen para rato, el tercer disco, que venían a presentar tras el fallido intento anterior por la retirada temporal del grupo, debido al abandono por parte del batería, ha cuajado perfectamente dentro de su estilo y entre el público. Tocaron seis temas, y es fácil encajarlos entre su repertorio habitual, ya que Magnetic Shunk o Exit 97 son muy buenas canciones, que pueden competir de tú a tú con Goliath o Slow Motion Countdown, y ojo, que hablamos de lo mejorcito.
El sonido mucho mejor esta vez, ya que el anterior que hicieron en Madrid dejó bastante que desear en ese aspecto y el público así lo hizo notar esta vez, manteniendo mucho más respeto, silencio y ovacionando cada tema e incluso cantando algunos. Sin duda alguna se reconciliaron.
Mencionar también a los teloneros, Downtown Losers, en el formato hasta hace unos años impensable de batería y guitarra. Formado por Alber Solo y Dolphin Riot (anteriormente batería de 77), tocaron media hora sus temas, practicando un blues muy distorsionado, con slide y efectos de fuzz. Una curiosa combinación que gustó al público, a pesar de ser una fórmula muy arriesgada.
Set list Graveyard: Slow Motion Countdown / Industry of Murder / Magnetic Shunk / The apple and the tree / From a hole in the Wall / Exit 97 / Cause and Defect / Hisingen blues / The suits, the law and the Universe / Too much is not enough / Goliath / Buying Truht / Aint fit to live her / Bises: Unconfortably Numb / Evil Ways / Siren.
Podéis ver las fotografías del concierto en el siguiente vídeo de nuestro canal Youtube: