RAY COLLINS HOT CLUB

Lo de Ray Collins Hot Club es todo un espectáculo. Su música abarca el rhythm n’ blues, el swing, el boogie y el rock de los años 40 y 50, con una autenticidad que no engaña. La energía es desbordante con un ritmo sólido y muy bailable. Como suele ocurrir en los conciertos, los primeros temas suenan algo más fríos, pero muy pronto se meten al público en el bolsillo porque no descansan ni hacen concesiones. Su ritmo es contagioso.

Su líder canta con una buena voz muy adecuada a esta música, y de vez en cuando agarra también la guitarra o golpea el vibráfono. Se sitúa en medio del escenario, a su derecha, el piano, el contrabajo y la guitarra eléctrica; a su izquierda, la sección de viento con 3 saxos y una trompeta, detrás queda el percusionista, demasiado oculto entre tanta gente. Son 9 tipos en total perfectamente trajeados, virtuosos de los instrumentos, y todos disfrutan de algún momento para lucirse. Es la clase de banda que se ve en películas antiguas de EE.UU. tocando en clubes nocturnos mientras la gente baila alegremente. Sin embargo, esta banda se forma en Alemania en el 2000 y lleva desde entonces girando por todo el mundo.

Dieron un buen repaso a su discografía y no dejaron de sonar temas clásicos como “Barefoot”, “High Life”, “Knock Out Boogie” y “Bye Bye Paris”, esta última ya para la despedida. También unos cuantos instrumentales, siempre muy bien conducidos entre las secciones del grupo. Su música es así, alegre, divertida y muy movida. Suenan muy espontáneos, pero detrás se nota que hay mucho trabajo en los arreglos, en los compases y en el equilibrio de todos los músicos. En vivo superan lo grabado en estudio, y eso es decir mucho.

En los bises, varios de los saxofones se bajaron a seguir tocando entre el público. Era como una borrachera musical.

Podéis ver las fotografías del concierto en el siguiente video de nuestro canal Youtube: