BILLY TALENT
Los canadienses consolidan su estilo potente
Con ya cinco exitosos álbumes publicados y casi veinte años de trayectoria a sus espaldas (incluida su etapa previa como Pezz), los canadienses Billy Talent cayeron por aquí para presentar Afraid of heights, su último trabajo, ante una audiencia eminentemente joven (para variar, el que suscribe subía la media de edad en lugar de bajarla), dispuesta a corear todo lo coreable, y lo que no, también.
La hora y media raspadilla que duró el concierto de Billy Talent dio para asistir a un concierto que fue un poco de más a menos, descargando los más granado de su artillería al principio (Devil in a midnight mass, This suffering, Big red gun , quizá lo mejor del último disco, y This is how it goes), lo que calentó a la gente suficiente para que el ánimo no decayera durante los siguientes cuarenta o cincuenta minutos, en que no importó que el material no fuera tan brillante, aunque estaba muy bien. En total, seis temas de Afraid of heights, el disco presentado, a la par de Billy Talent II, que parece que, como yo, consideran su mejor trabajo, con otros seis temas en el setlist.
Del primer disco cayeron pocas piezas, sólo dos, como de Dead silence, y tres de Billy Talent III. A título de curiosidad, fue la primera vez que tocaban Rabbit down the hole ante público.
A ratos parece que se eche de menos una segunda guitarra, pero el poquito de distorsión que le meten al bajo rellena lo necesarios, después de todo. El sonido estuvo perfecto (muy bien de verdad), a Benjamin Kowalewicz se le entendía casi todo lo que cantaba, y la guitarra de Ian D’Sa proyectó sobre todo, claridad. Vale que no era como escuchar el disco, pero casi. Muy bien equilibrado todo. Vale la pena no sonar demasiado alto si vas a sonar así de bien. Jonathan Gallant en el bajo, y Jordan Hastings (sustituyendo ¿temporalmente? al titular Aaron Solowoniuk por una recaída de su esclerosis múltiple) en la batería estuvieron perfectos en lo suyo.
Concediendo que Billy Talent no es una banda de virtuosos, sí hay que reconocer que sus composiciones son a menudo brillantes, llenas de rabia, energía, gracias a la voz de Kowalewicz, que transforma mensajes deprimentes en mala leche sólo con abrir la boca. La verdad es que la banda estuvo muy bien, sobre todo con los temas más queridos de la gente, al principio de la velada y al final, empalmando Louder than the DJ, Devil on my shoulder, con un resultón solo de D’Sa, y Red flag, más los bises con los clásicos Try honestly y Fallen leaves. Cerraron el concierto con Viking death march, uno de sus temas más primarios, uno de esos que en directo funciona gracias a su simplicidad. La dosis justa de toque punk.
Setlist Billy Talent: Devil in a midnight mass / This suffering / Big red gun / This is how it goes / Rusted from the rain / The crutch / Leave them all behind / Pins and needles / Surrender / Saint Veronika / Rabbit down the hole / Suprise surprise / Afraid of heights / Louder than the DJ / Devil on my shoulder / Red flag / (bis) Try honestly / Fallen leaves / Viking death march