THE V – Now or never
Aún dura el heavy de peluquería
Uno, iluso él, piensa a veces que el mundo tiende a mejorar. No hace falta decir que en términos políticos (todo es política, amigos, todo) la realidad enseguida le pone los pies en el suelo (cuando no la cara y un pie en el cuello), pero a veces en el campo artístico, en el sentido amplio del término, uno se cree que así es.
Entonces llega la realidad y zasca, te cae en las manos un disco como este de The V, alias Veronica Freeman, a la sazón vocalista de Benedictum, que con sólo mirar la portada ya te das cuenta de que Marty McFly nos ha retrotraído a 1985. Otra vez. El hair metal ese al más puro estilo de Los Angeles vuelve… espera, no vuelve: es que no se había ido. Maldita sea.
Esta docena de temas son un muestrario de todas las virtudes y carencias de ese heavy metal blando con pose durísima que hizo milagros en las listas de ventas pero estragos en el universo del metal, casi hasta acabar con el género (parafraseando a uno que conozco, he de decir que si iban tanto a la peluquería no serían tan duros). Escuchando Now or never, primer disco en solitario de la Freeman, nos enfrentaremos a varios temas mediocres y prescindibles como Again, interpretados con corrección pero sin brillantez (las composiciones no dan para más, esto es como un disco malillo de Mötley Crue) por una larga serie de colaboradores y amigos que han acompañado a la cantante, que dicho sea de paso, tiene una excelente voz que, menos mal, casa perfectamente con el tipo de música que hace.
Otras piezas, no obstante, revisten algún interés, ya sea porque están compuestas con gracia o porque después de todo, son hasta buenas. Es el caso de Roller coaster (no te fijes en la letra, ¡NO TE FIJES EN LA LETRA!), L.O.V.E. o Lines in the sand, excelente y lo mejor del disco sin duda.
Si te gustaba eso de finales de los 80, este álbum está hecho para ti.