ENTREVISTA A BEATRIZ RICO
Analizamos su faceta de rockera
Cuando van a hacer dos años y medio aproximadamente desde que Beatriz Rico se subió a cantar Rock en un escenario, volvemos a entrevistarla para que nos haga un balance de sus experiencias y de lo vivido en esta nueva faceta suya.
Va a hacer dos años y medio que te subiste por primera vez a un escenario con Be Rock. ¿Qué balance puedes hacer hoy de esta experiencia?
La ilusión y la pasión siguen intactas como el primer día, pero sí noto a título mío personal que he cogido seguridad y eso se transmite en un mayor disfrute sobre el escenario. Los primeros conciertos era un manojo de nervios obsesionada con el perfeccionismo. Ahora he aprendido que cuanto más libre me sienta y más disfrute, más disfruta también el público.
Con el paso del tiempo, ¿cómo recuerdas esa primera vez?
Me sentía caótica, con mucho miedo a ser juzgada, muy nerviosa y llena de miedos Visto con perspectiva, creo que ese día comencé realmente a disfrutar a mitad del concierto y por supuesto al final, cuando vi las reacciones de la gente y las felicitaciones sinceras, pero en mi mente creo que debido a esos nervios que te mencionaba sólo tengo una especie de flashes de «el antes» y «el durante» el concierto. Los nervios del primer día, ya se sabe, exactamente igual que la primera vez que debuté en un teatro.
¿Cómo te ha tratado la prensa rockera en general? ¿Y el público? ¿Te has sentido arropada este tiempo?
Estoy muy agradecida. Pensaba que el mundo del Rock era una especie de ghetto cerrado donde resultaría difícil ser admitida o tomada en serio. Mi sorpresa y alegría fue infinita al ver que no sólo se me recibía con cariño y los brazos abiertos, sino que se me juzgaba como solista de una nueva banda de Rock, sin ningún tipo de prejuicios por ser conocida como actriz. Lo mismo te digo del público. Desde el principio a día de hoy, que ya llevamos más de 100 conciertos, lo que he recibido del público ha sido todo bueno: cariño, felicitaciones y lo más importante, participación y entrega cada vez que me subo al escenario. Lo primordial es sentir que el público disfruta al menos tanto como yo, esa química especial que la sientes, porque está o no está, y tú lo sabes, eso es algo que no se finge.
¿Qué sensaciones tienes hoy día, momentos antes de subir a cantar con Be Rock?
El sufrimiento de la inseguridad y los nervios del principio han dado paso a las ganas, incluso un poquito de ansiedad por que llegue la hora de comenzar. Ahora sí que puedo decir con la boca bien grande: «¡me muero de ganas por empezar!» Y eso es algo que no se paga con dinero.
¿Qué me cuentas de tus compañeros en este viaje, Guss, McGregor y los diferentes baterías que han pasado por la banda?
Tenemos la suerte de que nos llevamos muy bien. No sólo somos afines en lo que se refiere a gustos musicales, que eso es importantísimo, sino que también a nivel personal y de amistad hay mucha complicidad. Yo diría que más que cariño, ya hay amor. Son muchos kilómetros y muchas horas juntos. Ten en cuenta que los que trabajamos en un escenario, también trabajamos con nuestros sentimientos y eso une y crea una comunicación muy especial. Como es lógico, también hemos tenido nuestras diferencias, pero siempre la solucionamos con diálogo y terminamos riéndonos y dándonos un abrazo, sabiendo que lo más importante es que nos tenemos los unos a los otros.
En estos dos años y pico, habéis hecho numerosos conciertos por toda España. ¿Cuál recuerdas con más cariño y de cuál tienes peores recuerdos? ¿En alguno has pensado aquello de “de ésta no salimos vivos”?
No te puedo hablar de alguna sala en concreto porque han sido tantas que muchas veces confundo ciudades, salas, nombres… Pero sí en general me siento mucho más a gusto en salas de Rock pequeñas y con público acostumbrado a la música en directo y que precisamente busca eso, que en conciertos más grandes donde muchas veces toma un cierto protagonismo que a mí me resulta incómodo cierto caos entre el público que no sabes muy bien si van a buscar música y divertirse, o salen simplemente de juerga.
Ya tenéis el primer Ep en la calle. ¿Qué sientes al tener algo así? ¿Pensaste alguna vez que sacarías un disco de Rock?
Era una cuenta pendiente. Siempre creí que al menos y para quitarme la espinita, tendría alguna colaboración con una banda amiga. Lo de sacar disco con banda propia lo tenía un poco en un segundo plano por eso de que me resultaba una pequeña utopía. De ahí el título «Sueños que no caducan». Estoy feliz, agradecida y con más ganas que nunca.
Yo que he tenido la oportunidad de seguir a la banda prácticamente desde el comienzo, y os he visto en directo en varias ocasiones, se que además de los temas del Ep, tenéis más canciones propias, que intercaláis en directo con las versiones habituales de vuestro repertorio. ¿Tenéis ya material para un Lp completo? ¿Tenéis planes de sacar algo en un futuro cercano?
Lo más inmediato es sacar el siguiente single de cara a Navidad, «Alguien dudó», que desde hace un par de día ya está en proceso para subir a las plataformas digitales. Aunque en directo es un hecho que funcionan muy bien las versiones, nuestra intención es tener cada vez más temas propios. Y yo creo que en los próximos conciertos ya se podrán escuchar «La puerta» y «Harta». Guss sigue componiendo y por supuesto, nuestra intención es grabar, seguir luchando por expresarnos a través de la música y llegar y hacer disfrutar a la gente que compre nuestros discos.
Hacéis muchos conciertos en formato acústico. ¿En cuál te encuentras más cómoda y cómo te sientes o te preparas para uno u otro?
No me preparo de ninguna u otra manera, sólo me predispongo a entregarme y pasármelo bien. Los conciertos acústicos tienen el encanto de la cercanía y la intimidad, y eso es algo que traspasa. Pero el subidón y la adrenalina de un eléctrico es algo tremendo que no puedo expresar con palabras.
Desde que tengo el honor de conocerte en persona, he descubierto en ti una persona muy generosa, sincera e implicada. ¿Con cuántas causas benéficas desinteresadas o de denuncias sociales te puedes implicar al año? ¿Eres de esas personas que antes de que te pidan algo así, ya tienes un “sí” en la boca?
Intento estar disponible siempre que se me llama para algo benéfico, creo que para mí es un deber moral echar una mano, ya que por el simple hecho de ser conocida ayudar es fácil. Las veces que he dicho que no, que creo han sido contadas, es porque simplemente en ocasiones no doy abasto. Y con respecto a en cuántas causas sociales o benéficas me involucro, uff, seguro que me dejaré alguna fuera, pero las más recientes: familias con pocos recursos, Sáhara Libre, las llamadas enfermedades raras (varias), creación de pozos de agua en África y varias causas animalistas. Y habitualmente colaboro todos los años con Cáritas, Médicos sin Fronteras y Greenpeace.
Y para ir terminando, ¿crees que esta nueva andadura como cantante de Rock, te ha podido ayudar también a volver a estar en el objetivo de la prensa y volver a estar un poco más en el candelero?
Sin duda alguna, es una faceta que ha llamado mucho la atención y siempre es bueno comprobar que una pueda reinventarse y seguir gustando, aunque ése no es el objetivo principal. El objetivo principal siempre ha sido cumplir el sueño que yo tenía de tener una banda de Rock, lo demás es una consecuencia.
¿Qué le dirías a la gente que aún no conozca a Be Rock, para que se anime a ir a vuestros conciertos?
No sólo vais a ver un concierto, vais a ver un espectáculo. No os lo perdáis, porque entonces os lo van a contar y os va a dar una rabia no haber ido… Os esperamos, larga vida al Rock!!!