THE REBELS – Always now!

Segundo trabajo del grupo madrileño esta vez en formación cuarteto tras incorporar a Charly Barrena a la guitarra, el resto de la banda la forman Alex Gallardo (guitarra y voz), Gonzalo Ramos (batería) y George CL (bajo). Han ganado sonoridad y potencia, aparte de estar grabado con más calidad y con un sonido más compacto que el anterior.

El disco presenta diez temas cantados en inglés que se mueven dentro de un rock que nos puede recordar en algunos momentos a grupos grunge y en otros a los que practican pop punk sin perder las melodías y resultado además pegadizas, pero sin perder la esencia roquera. No menciono grupos porque tampoco se puede decir que hacen “su” música exactamente, es una simple orientación al lector.

Always now abre disco, un tema de los que podemos considerar grunge, buen tema, le sigue Only love is revolutionary, el contrapunto, ya que este está más cercano al pop punk, ambos muy pegadizos y fáciles de escuchar.

I don’t ever listen to you, se pone la cosa más oscura y grunge, bajo más marcado y solos de guitarra. AD en la línea del segundo tema.

Damos paso a lo mejor del disco para mi gusto, The limits of control, estupenda, marcando los tiempos perfectamente sin llegar a explotar aunque parezca que va a suceder, pero es que la explosión llega en el que le sigue, trallazo directo en Delirium, descarga de adrenalina en dos minutos, transformación total del grupo con eructo final.

Enslave me y Out of control, de nuevo temas pegadizos, bien construidos, perfectamente podrían ser singles, sobre todo Out of control.

Cierra el disco The code, que comienza con unos lobos aullando, es algo más oscura y termina como termina, si queréis más información podéis leer la entrevista.

La portada, realizada por Silvia Calles, también tiene lo suyo y su historia. De nuevo me remito a la entrevista para obtener más información.

Buen trabajo de The Rebels, han hecho un disco muy completo, con una buena producción, plagados de temas que fácilmente podrían ser singles y no por ello resulta repetitivo, ya que se pueden encontrar hasta tres matices distintos o formas de hacer rock sin perder el control.