POP.1280 + DISCIPLINA ATLÁNTICO
Bienvenidos al infierno
En su reciente concierto de Madrid el cuarteto de Nueva York nos trasladó al lado oscuro gracias a su punk de voces desgarradas, guitarras distorsionadas, el ritmo machacón de su batería y los teclados ochenteros.
La Sala Siroco ha vuelto a ser el escenario de un espectáculo singular, que esta vez nos han traído los neoyorquinos Pop.1280, una banda formada en el 2008 y que debe su nombre a una novela negra policíaca escrita en los sesenta por Jim Thompson. Los fundadores del grupo fueron Chris Bug y Ivan Lip, que siguen siendo el cantante y guitarrista del grupo. En la actualidad se hacen acompañar por Allegra Sauvage a los teclados y Andy Chugg a la batería. Han grabado dos discos de estudio hasta la fecha, The Horror (2012) e Imps of Perversion (2013) y se mueven entre el punk, el sonido industrial, el hardcore… creando un universo particular de sonidos oscuros con influencias de bandas como Liars, Joy Division o The Velvet Underground.
Eran algo más de las nueve y media de la noche cuando los cinco miembros del grupo telonero, Disciplina Atlántico, se subieron al escenario para caldear el ambiente ante un público que iba llenando la sala poco a poco. Se formaron en Madrid allá por el 2013 y según ellos mismos sus temas, que se mueven entre el pop, el punk o el noise, están influenciados por grupos como Sonic Youth, Built to Spill o Yo la Tengo. Hasta la fecha han grabado una maqueta, #1, producida por Roberto Berlanga. Aparecieron ante el público vestidos con sus camisas a cuadros, camisetas, vaqueros y zapatillas… y bien pertrechados con sus dos guitarras, bajo, batería, teclados y la voz de Ricar para interpretar los temas, cantados en español. En general, me pareció que sonaban bien, aunque la voz del cantante apenas se distinguía entre el sonido distorsionado y me acabaron resultando un poquito monótonos. Cantaron temas como Paraíso, o El Cristo de las Salas de Baño y se despidieron tras algo más de media hora de actuación.
Los cuatro miembros de Pop.1280 saltaron al escenario a las once menos cuarto y en seguida nos quedó claro que su puesta en escena no tenía nada que ver con la de sus teloneros. Para empezar teníamos al cantante, Chris Bug, todo un personaje, que parecía estar casi en trance al cantar sus temas oscuros e hipnóticos, imprimiéndoles un gran dramatismo gracias a su pose y carisma indiscutible. Delgado y con su pelo corto teñido de rubio, llevaba una camisa oscura que acabó totalmente desabrochada, dejando entrever el colgante que colgaba del cuello. Venía flanqueado por la teclista, Allegra Sauvage, que nos ofrecía la línea de bajo de los temas del grupo, y el guitarrista, Ivan Lip, que en ocasiones también tocaba el teclado. Ambos mantuvieron en todo un momento un aire entre lúgubre y solemne. Al fondo del escenario el inevitable batería, Andy Chugg.
Empezaron su concierto tocando su tema Human Probe II, tras el cual fueron sucediéndose hasta nueve temas más durante los cuarenta y cinco minutos de actuación que precedieron a un bis de unos diez minutos. Un concierto corto, pero muy intenso, durante el cual nos hicieron vibrar con temas como Step into the Grid, Dawn of Man, o Kingdom Come. Sonaron muy bien, ni por un momento se salieron de su papel y aunque apenas se dirigieron al público, no les hicieron falta muchas palabras para conseguir su objetivo, que era hacernos bailar con sus temas ruidosos, oscuros y llenos de rabia contenida.