NIÑOS MUTANTES + MARYLAND
El pasado, el presente y el futuro
No hay mejor manera de despedir el año que hacerlo de la mano de uno de mis grupos fetiches desde hace década y media, NIÑOS MUTANTES. Con más de medio año rodando su último disco ‘El futuro’, queríamos comprobar si había novedades con respecto a su actuación de mayo en Joy Eslava.
Lo que pudimos ver fue a un grupo en su mejor momento musical, que se dice pronto. Una madurez que no es sinónimo de aburrimiento si no de plenitud de su fórmula. Y en ese sentido, la segunda parte de su carrera, sus últimos cuatro discos, siguen formando el pilar fundamental de sus actuaciones, con especial preponderancia del último retoño. Juan Alberto es el perfecto maestro de ceremonias, aunque en esta ocasión no estuviera tan dicharachero como de costumbre. En cualquier caso, Migue, Nani, Andrés y el propio Juan Alberto hicieron lo que mejor saben durante casi dos horas: poner letra dentro de melodías pop a himnos intemporales.
Temas como “Es lo que hay”, “Hermana mía”, “Robot”, “Barronal”, “Boomerang” o “Sto. Domingo” ya son coreadas como otros temas que han calado entre el público mutante (cada vez más joven) igual que lo hicieron “Naúfragos”, “Caerán los bancos”, “Hundir la flota”, “Te favorece tanto estar callada” o “No puedo más contigo”.
El mejor momento para un servidor llegó con una prodigiosa “Manual de autoayuda”, único rescate de la época gloriosa, como diría Julio Ruíz, que vino precedido del anuncio de una actuación el próximo abril en la Sala El Sol en la que harán un “flashback” para los seguidores de viejo cuño (aquí uno de ellos). Después de haberles visto en la práctica totalidad de salas de la capital (Caracol, Arena, Joy Eslava, Rock Kitchen, Galileo, Penélope y la mencionada sala El Sol) será un placer acompañarles en ese viaje al recuerdo y recuperar viejos himnos mutantes.
El cierre, con la ya inevitable “La Voz”, marcó el final de un gran año en cuanto a conciertos cubiertos por un servidor para Solo-Rock se refiere. Broche que vino precedido de un buen entrante de la mano de MARYLAND. Reconozco que apenas había prestado atención al quinteto vigués hasta la fecha, a pesar de contar en su haber ya con tres discos. Hicieron un concierto compacto y muy bien ejecutado. Como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena.