SON ESTRELLA GALICIA AMERICAN AUTUMN: STRAND OF OAKS

Dos tercios de aforo recibieron el pasado jueves a Strand of Oaks en la madrileña sala El Sol, que sigue acogiendo algunos de los conciertos organizados por Estrella Galicia, que con su ciclo Son lleva ya tiempo organizando una de las mejores agendas de la capital. Los norteamericanos, liderados por el guitarrista y cantante Timothy Showalter, dejaron a su paso un vendaval de canciones que bascula entre lo más íntimo y lo más contundente pero donde predomina claramente esta segunda faceta de la banda con la que parecen querer dejar bien claro que el rock de guitarras, melodías y (en el sentido más literal del término) desmelene, no han muerto en absoluto sino que continúan constantemente recuperando nuevos bríos al otro lado del Atlántico. Pero empecemos por el principio.

Les hicieron la cobertura los amigos de Lost Tapes, la reunión de Pau Roca (La Habitación Roja) y RJ Sinclair (Tokyo Sex Destruction), una pareja de estrellas que, sin embargo, da la impresión (tal vez sea esa, precisamente, su deseo) de ser nada más (y nada menos) que un par de colegas que se ha comprado una caja de ritmos y se han lanzado con sus guitarras a buscarse unos bolos y sacarse unas perrillas. Bien por ellos. En lo musical, RJ Sinclair parece liderar este dueto con un derroche de energía digno de mejor causa. Hasta con Belle & Sebastian se atrevieron. Traviesos.

Consumido su tiempo y en espera de la necesaria reorganización del escenario, empezamos a echar de menos ese detalle que Estrella Galicia sí tiene con los asistentes a sus conciertos en el teatro Lara, a los que invita a una cerveza con la compra de la entrada. Apenas solucionado este contratiempo, Timothy Showalker irrumpió en el escenario guitarra en mano y melena al viento para empezar a disparar. La primera ráfaga del rock americano llegó en forma de Satellite moon, con la batería marcando territorio desde el primer momento, aunque no es uno de sus temas más rotundos. Tampoco quisieron dejar pasar la oportunidad de mostrar su faceta más actual desde el primer momento interpretando las canciones que más les acercan al post-rock que practican grupos como God is an astronaut. Tras la primera llegó HEAL y, casi enseguida, JM, temas en los que pudimos ver a una banda entregada, convencida de lo que estaban haciendo y segura de lo que querían hacer.

Showalter, nacido y criado en Indiana pero actualmente residente en Filadelfia, ha evolucionado desde un primer disco en el que se colocaba del lado de los escritores de canciones folk-rock hasta ir ampliando su espectro y ofrecer un último disco en el que, aunque no se pierde nunca de vista la personalidad de Timothy S., es difícil predecir cómo será la siguiente canción. Desde taciturnos (aunque convincentes) medios tiempos como Woke up to the light hasta el rock más progresivo y actual tipo For me, ambas incluidas en un setlist corto pero intenso que hizo retumbar la noche del jueves.