GUADALUPE PLATA + LOS VINAGRES
Imparables
Guadalupe Plata por fin volvían a Madrid a dar otro concierto antes de seguir su aventura americana. Precisamente ellos regresaban de EE.UU., con visita al rey incluida (a Elvis), y pronto marcharán a Argentina. Es indudable que disfrutan de un buen momento de forma, y que lo tienen que aprovechar a tope. Su disco del año pasado fue un bombazo, aunque no era el primero, y para mucha gente el descubrimiento de este grupo. La canción “Rata” hizo a muchos preguntarse ¿quién canta eso? ¿de dónde son esos tipos? ¿por qué no los conocía? Y es que esa mezcla de aullidos, guitarras estridentes, letras apenas esbozadas en un estribillo, y todo dentro de un sonido blusero que sacude el estómago, era muy peculiar. Parece simplemente blues añejo, pero no es cierto porque está muy trabajado, aunque suene cacharreante. Un blues, más que pantanoso, yo diría que fronterizo, de tierras perdidas, de lugares inhóspitos. Guadalupe no buscan ser ni novedosos ni copias de otros, sino creíbles. Y vaya si lo consiguen.
Pues sí, Guadalupe Plata vienen de Úbeda, Jaen, y traen el blues más enraizado en España que yo haya escuchado. Quizá porque han sabido hermanar de forma natural el blues con los quejíos flamencos. Los miembros son Pedro de Dios Barcelo, cantando y a la guitarra, Carlos Jimena a la batería y las maracas y Paco Luis Martos al bajo.
Es difícil imaginar que tres individuos que salen al escenario, muy adelantados y cerca del público, con muy poca luz sobre ellos, sean capaces de tal despliegue de música desatada en un concierto. Paco empieza el concierto apoyado en un mástil que está unido a un barreño y que ¡sólo tiene una cuerda! Luego cambiará a la guitarra, más tarde al bajo y por último agarrará unas maracas. A la batería, Carlos no descansará ni un momento. No para de sacudir las baquetas y es él es el que trabaja esa base tan contundente, machacona e hipnótica. Siempre se muestra muy atento a las evoluciones de Juan de Dios, que es sin duda quien marca la evolución de las canciones con su guitarra. En muchas ocasiones se agacha hasta el amplificador y allí se queda un buen rato, disfrutando de los chillidos al estrujar las cuerdas.
Bueno, que no se me olvide, antes de los Guadalupe, salieron de teloneros Los Vinagres, un joven trío canario, afincado en Madrid, que enseguida mostraron que lo suyo también es los ritmos fuertes y las canciones contundentes. Con títulos como “Piñaso en la boca” o “Me enamoré de tu madre” ya se puede intuir por dónde van los tiros. El caso es que estuvieron muy bien, y en poco más de media hora dieron un completo repaso a 11 temas propios cantados en castellano.