RUSH – Clockwork angels tour
Más, pero no mejor, que es imposible
Enésimo directo de los canadienses Rush, rescatado esta vez de la gira del pasado año, de presentación de Clockwork angels de 2012. En este caso, volvemos a estar ante un disco triple, con más de dos horas y tres cuartos del mejor rock progresivo que ha habido, hay, y va a haber.
De la máquina perfectamente engrasada que siempre ha sido Rush, la única pieza que falla es la voz de Geddy Lee, que cada vez está más lejos de llegar adonde debe para los temas viejos. Fuera de los clásicos, como todo va varios tonos más abajo, no hay ningún problema, y canta hasta bien. Por lo demás, el resto de la familia bien, gracias: Lee excelente en el bajo, encargándose de los teclados que no llevaran grabados, Alex Lifeson perfecto con las guitarras y el ínclito y maravilloso, el de las muñecas vertiginosas Neil Peart, como siempre o mejor en la batería. Y por si te crees que a la edad que tiene no va a estar en forma, se mete tres, he dicho tres, solos de batería. Hala, juventú, a ver si lo igualáis.
El primer CD se ocupa de temas más o menos clásicos de la última época (diríase de 1987 para acá, más o menos), con The big Money, Force ten, Bravado y The analog kid entre otras.
El segundo disco se centra en la presentación del último álbum, y básicamente es el contenido del mismo, aunque no en el mismo orden, curiosamente. Y el tercer CD es el retorno al repaso de los clásicos de siempre, con los tardíos aunque excepcionales Dreamline y Red sector A, más los eternos YYZ, The spirit of radio, Tom Sawyer y una versión abreviada (como en All the world’s a stage de 1976, pero más) de 2112. Cierra el disco una serie de bonus, entre los que se puede destacar la prueba de sonido con Limelight.
O sea, que te lo compres.