SKINNER – Sleepwalkers

De la cuna del thrash metal, el área de la bahía de San Francisco, nos llega el primer disco de larga duración de la banda Skinner, reciente proyecto que aúna los esfuerzos de varios veteranos del ramo, provinientes de Imagika (Norman Skinner en la voz, Robert Kolowitz en la guitarra y Elena Repetto en el bajo), más los guitarristas Alfred San Miguel y Grant Kolowitz, y el batería Noe Luna (ex 3 Lunas).

Si tienes tu base de operaciones allí, lo tienes mal si te alejas mucho del estilo, así que es de esperar que Skinner no lo hagan… y no lo hacen: el contenido de este álbum es básicamente thrash metal, aunque un tanto modernizado con unos tintes melódicos, como acercándose tímidamente al power.

El sonido global deja ver una producción mejor que buena, este disco suena muy muy bien, pero mucho, a destacar la batería: hacía tiempo que no escuchaba una batería tan bien tratada.

El otro sello característico de este disco, característico de la banda en sí, es la formación con tres guitarras, que proporciona un continuo adornar y readornar estrofas y estribillos, hasta el punto que los solos casi están de más, y no quiero decir con ello que sobren.

Tras una intro semiacústica titulada Firebird’s lament, se abre la caja de los truenos con el single Sleepwalkers , al que sigue una serie de temas no todos nuevos, puesto que han remezclado o regrabado parte del material de su EP previo, The enemy within de 2012. En general, todo suena muy bien y está tocado muy seriamente, así que no encontraremos apenas partes flojas. Quizás lo menos atractivo sea Orphans of liberty, Guilt-ridden o The breathing room, pero no desmerecen al resto de material: Hell in my hands, Blind led blind, Breathe the lie, Bound o Miss agony  y The enemy within, que a mi juicio son lo mejor del álbum, con Norman Skinner dando lo mejor de su voz y un doble bombo vertiginoso.