IBERIAN PROGRESSIVE FEST

Debido a la excesiva oferta de conciertos que azota Madrid desde hace tiempo, yo tenía mis dudas sobre la cantidad de público que acudiría a un festival de progresivo. Y me sorprendió mucho, porque la sala We Rock se llenó casi hasta la bandera. Aunque como suele ocurrir en este tipo de festivales, la gente empezó a entrar más tarde para las bandas más conocidas y pocos madrugadores estuvimos allí desde primera hora.

Los encargados de abrir la noche, fueron los salmantinos Damnnation, formados por Gabriel Wolfsherz a la voz, Belial Báez y Fran Herna a las guitarras, Alfredo Villamañán al bajo y Doria a la batería.

Desde que arrancó su actuación, estaba convencido de que su vocalista me sonaba de algún otro lado. Y al final caí en que es además el cantante del grupo Kritter, a los que hace poco tuve el placer de conocer y de disfrutar en directo.

Damnnation hacen un Metal progresivo, pero con influencias muy variadas, metiendo de vez en cuando pasajes más brutos sobre todo con la capacidad vocal de Gabe, que tiene gran variedad de registros. Me gustó mucho la velocidad de sus dos guitarristas y la pegada de su baterista Doria, que a pesar de que parecía tocar sencillo y sin aparente esfuerzo, sonaba muy contundente.

El grupo tiene a la venta su primer disco y a pesar de que se esforzaron mucho en el concierto, pagaron el pato de sonido. Fue el único grupo que no tuvo tiempo de hacer prueba de sonido (fue todo con retraso incluida la hora de apertura de puertas y el comienzo de actuaciones), y tuvieron constantes problemas de acoples, fallos en el monitor de la batería y micrófonos que no sonaban.  A pesar de todo esto, el público fue comprensivo (las cosas del directo), y lo que vi sobre el escenario me gustó bastante. Una banda con mucho que ofrecer y una apuesta original. Me los apunto para verles en otra ocasión sin dudarlo.

La siguiente banda que salió fue Lakeside Project, afincados en Madrid y de formación muy reciente, de principios de este mismo año. El grupo  con miembros muy jóvenes, aún no tiene material grabado, y está formado por Javier Vega a la voz, Sergio “Firewall” Orihuela y David Moreno a las guitarras, Víctor Yuri al bajo y David Veral a la batería.

Dese el primer momento, lo que más me llamó la atención fue la potencia de su vocalista, con unos registros agudos muy elegantes, aunque con mucha capacidad marcándose toques guturales en determinados momentos. Además de una muy buena puesta en escena por su parte, sin parar de moverse y de animar al personal. Muy bueno también su bajista Yuri con muchos detalles de gran calidad y dos guitarristas rapidísimos.

La composición de los temas muy bien estructurada, muy progresivos en su estilo y con canciones variadas y llenas de cambios de ritmo.

Me dejaron muy buen sabor de boca y convencieron bastante a la mayoría del público.

A la siguiente banda, Ankor, tenía muchísimas ganas de verles por fin en directo, ya que en sus anteriores visitas no tuve oportunidad de hacerlo, y me engancharon desde su anterior disco “My own angel”. Venían presentando su tercer trabajo, “Last song for Venus”, y me gustaron muchísimo de principio a fin. La banda tiene una fuerza arrolladora en su directo y salieron a comerse al que se pusiera por delante.

Con la enorme potencia de voz de su bellísima cantante Rosa de la Cruz, que lleva una parte muy importante del show sobre sí misma, con mucho carisma y su enorme capacidad vocal. Pero me sorprendió ver que en el grupo cantan cuatro, según la parte de la canción o del tema en concreto, ya que tanto sus dos guitarras David Romeu y Fito Martínez, no se limitan a hacer coros, sino que además meten partes vocales con mucho peso, lo mismo que su bajista Julio A. López, que se encarga de los guturales más pesados y brutos del grupo.

Destacar también la labor de los dos guitarristas, que desprenden muchísima energía con sus instrumentos y su manera de moverse sobre las tablas. Y no quiero olvidarme del teclista Javier Casanova que aderezó con su instrumento todas las canciones y de su baterista Jordi Vidal, que estuvo enorme con la fuerza de su pegada.

Quizá a Ankor no los encasillaría en un festival de grupos progresivos, porque aunque sus canciones son muy elaboradas y con muchos cambios, beben de muchísimas más influencias, pasando por sonidos más pesado y metálicos y con mucho fondo de Rock o Heavy sin etiqueta alguna. Pero fue una delicia ver a esta banda, que como digo de muchas otras, seguramente si fueran por ejemplo holandeses, ahora mismo estarían en un escalón mucho más alto a nivel mundial.

Gran actuación de Ankor, que contaron con un enorme apoyo por parte del público y que tienen un prometedor futuro por delante.

Otra banda a la que tenía muchas ganas de ver, y más tras los dos fallidos intentos de verles recientemente por Madrid pero finalmente suspendidas las fechas, eran los italianos DGM. Esta banda de Metal progresivo, formada por Mark Basile a la voz, Simone Mularoni a la guitarra, Andrea Arcangeli al bajo, Emanuele Casali a los teclados y Fabio Costantino a la batería, tiene su origen por 1.994, y con ocho discos y un dvd ya a sus espaldas, tienen mucha experiencia acumulada y dieron un concierto sublime.

Cada grupo iba subiendo un poco más el listón, y el grupo siguiente lo superaba y lo ponía aún más alto. Mark es un vocalista increíble y no falló ni una sola nota en todo el concierto, con unas tesituras agudas espectaculares. Andrea desprendía una fuerza tremenda con su bajo y sus movimientos de cuello y de melena. Y Simone, sufrió en la primera canción un fallo en el cableado de su guitarra, impidiéndole tocar ese primer tema, mientras varios músicos y técnicos intentaban solventarlo.  Lo tomaron con mucho humor y al acabar el resto de la banda la canción, ya arreglada su guitarra, nos preguntó si preferíamos volver a escuchar esa canción esta vez con guitarra o seguir adelante con la segunda. Finalmente se decantaron por seguir con su repertorio y dieron una magistral actuación, demostrando todos y cada uno su virtuosismo musical.

Un nutrido grupo de seguidores se cantaron cada una de las canciones que fueron sonando, incluidas todas las de su nuevo álbum “Momentum”, recién salido este año y que venían presentando.

Me encantó su actuación que empezó con ligeros problemas, pero que luego resultó casi perfecta.

Y finalmente, le llegaba el turno a los cabeza de cartel Freak Kitchen, de los que había oído hablar muy bien, pero de los que nada había oído.

Ya desde que empezaron a pasear por el escenario para colocar sus instrumentos, empezaron a demostrar unas enormes dosis de buen humor, y de ganas de pasarlo bien.

Cuando el trío sueco salieron al escenario y empezaron a tocar, me dejaron boquiabierto. Un sonido espectacular, y un manejo de los instrumentos absolutamente genial, propio de verdaderos maestros, además de unos cómicos buenísimos, sin parar de arengar a la gente, hacerles partícipes del show y contagiando un buen rollo enorme.

Siempre me han admirado, las bandas que siendo formato de trío, meten tanta potencia como si hubiese seis subidos ahí arriba. Y es el caso de Mattias “IA” Eklundh (voz y guitarra), Christer Órtefors (bajo y voz), y Björn Fryklund (batería y voz). Con unas canciones de composiciones muy complejas y llenas de detalles, pero cargadas de mucha fuerza y potencia, muchísimos cambios de ritmo, parones a mitad del tema y arranques velocísimos sin previo aviso entre los músicos, hicieron un concierto digno de maestros, y con todo el público cantando y meneando las cabezas y cuellos.

Asombros descubrimiento para mi (no se pueden tocar todos los palos, como suelo decir), y un verdadero deleite para oídos y vista, ver a Freak Kitchen en directo. Así que por muy alto que fueran poniendo las bandas anteriores el listón, creo que no me equivoco al afirmar que Freak Kitchen fueron los triunfadores de la noche.

Set-list: God sabe the spleen / Porno Daddy / Blind / Propaganda Pie / Razor flowers / Teargas jazz / Chest pain waltz / Murder groupie / Speak when spoken to / Silence! / Dystopia / Nobody´s laughing / Appetizar / The rights to you

Mi enhorabuena a la organización del evento, no solo por el buen gusto del cartel y la buena disposición de organización y de la misma sala We Rock, sino además por el lleno que obtuvo el Iberian Progresive Fest.  Y también a la bandas participantes, ya que no solo disfrutamos de muy buen hacer sobre el escenario, sino que se notaba mucha comunión entre los grupos participantes en el festival. Esperemos que se repitan nuevas ediciones, porque así da gusto.