BLACK ROCK – Just my kiss Rocks

Black Rock están de vuelta con su segundo trabajo y han dado una evolución a su estilo, a su música y hasta al propio grupo, con cambio en su formación. Bárbara Black, vocalista y Pol D.Q. baterista siguen al frente da la banda, pero ahora vienen con dos nuevos miembros, que son David Villarreal a las guitarras y Fabs. T. “Scorpio” al bajo. Aunque Scorpio se ha incorporado a la banda, tras la grabación de este “Just my kiss Rocks”, y David tampoco ha grabado todos los temas.

Black Rock apuestan ahora por componer en inglés y con el giro que le han dado a sus nuevas canciones, muy Hard Rock, han acertado del todo y han conseguido subir muchos escalones. Estamos ante unos temas mucho más maduros, mucho más elaborados, con una calidad impecable y con un sonido pegadizo, atrevido, marchoso y muy americano.

Bárbara se desata aún más en este segundo trabajo, llegando a límites y registros asombrosos. Con una voz sensual, limpia y cálida pero que se desgarra en determinados momentos, alcanzando cotas altísimas de registros agudos. Las guitarras tienen riffs vacilones y muy melódicos. Y la base rítmica está genial, con ritmos muy marcados y cambiantes y un sonido de batería buenísimo.

El álbum tiene un arranque genial tras la intro “The warning message”, con el tema “Rock´n´Roll riders”, cuyo estribillo se agarra a tu cabeza a la primera y se queda grabado en la memoria. Y a este tema le sigue “Sexy Metal woman”, quizá el corte más Heavy del disco. Así que desde el principio, el subidón de adrenalina es brutal.

Quizá uno de los temas que más me gusta, sea precisamente uno de los más lentos del disco, como es “Hungry soul”, un medio ritmo con muchísimo felling y sentimiento. Aunque las canciones cañeras como “Fighters”, “You got a light?” con una intro digna de película de Tarantino o “10 seconds to K.O”, no se quedan atrás y suenan de auténtico lujo.

Muy trabajados los coros de todas las canciones, con muchos amigos de la banda colaborando en ellos y sonando contundentes y con fuerza. Estamos ante un cambio radical en Black Rock que han dado un paso de gigante hacia adelante, y escuchando el primer y el segundo disco, casi parece que estamos ante dos bandas diferentes.

Un buenísimo disco, con una portada muy sexy y llamativa, un libreto muy currado y unas canciones que son verdaderos trallazos de puro Hard Rock. La única pega que el puedo poner es su escasa duración, ya que apenas roza los treinta minutos y entre las dos intros y el outro, se queda con tan solo siete canciones, que la verdad saben a poco y dejan con ganas de mucho más.

Enorme la evolución de Black Rock que espero les lleve al lugar que se merecen entre las grandes bandas.