EDDIE SPAGHETTI
VUELTA A LAS RAICES
Es difícil hacer frente a un escenario vacío. Presentarse ante el público acompañado únicamente por una guitarra y la luz frontal de un foco. Hacen falta tablas y hacer disfrutar a todo el mundo con tan pocas armas y sin ningún artificio.Así se presenta en esta gira el líder de Supersuckers, Eddie Spaghetti, solo él, su voz y el rasgueo de su guitarra. Country en estado puro.
La velada arranca con “The Value of Nothing”, tema que da nombre al cuarto y ultimo disco del cantante en solitario. Tras este abrir de boca, explica sus reglas del juego, “Muy bien, esto va así, vosotros me decís que canciones queréis oír y yo las toco, así que, ¿con qué vamos a empezar?”. Los presentes nos miramos ligeramente confundidos. No es habitual formar parte de la actuación de una forma activa, más allá de las sabidas preguntas y respuestas habituales y que forman parte de la tónica habitual de cualquier concierto.
Poco a poco las voces se van animando en lo que se convierte en una continua lluvia de peticiones. Primero nutridas de las canciones que forman parte del primer disco en solitario de Spaghetti, “The Sauce” sonando “Bottom Dollar”, “Sleepy Vampire” o “I Don´t Want To Lose You Jet”.
Ataviado con su eterno sombrero de cowboy y sus gafas de sol, la voz de Eddie Spaghetti suena mejor que nunca, demostrando que no necesita toda una banda arropándole para levantar al público. Se basta de los viejos temas de Supersuckers como “On the Coach”, “Roadworn and Weary” o “Marie” y de algunas canciones de bandas de punk como el “Everybodies Girl” de the Dwarves o la emotiva version de “Jesus Never Lived on Mars” de Lee Harvey Oswald Band.
La atmósfera creada oscila entre el silencio reverencial y las gargantas desgañitadas una actuación que nos devuelve a las raíces americanas del rock. Una velada única, escueta pero intensa, que oscila continuamente entre lo enérgico de los temas y lo emocionante de su interpretación.
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