CEBREROCK 2010

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Costo mucho trabajo, pero volvimos a tener un buen festival

Tras un par de años sin celebrarse, retomamos en 2010 el CEBREROCK con intención de consolidarlo y establecer otra cita fija (aunque haya muchas, nunca sobra una más) en el ámbito de los festivales modestos y sin grandes pretensiones – solamente que todo salga bien y que la gente se divierta, que no es poco. Con más ilusión y esfuerzo que medios materiales, se ha conseguido reunir para esta edición un cartel bastante completo que trataba de satisfacer los distintos apetitos que surgen dentro del rock más enérgico: hasta seis bandas en una sola noche (a las cinco anunciadas se sumo otra más a última hora) que ocuparon el escenario durante cerca de siete horas.

Sobre las diez de la noche abrían el recital los últimos en incorporarse al cartel, IMPURE HEARTS – de hecho, hubo que añadir aparte su nombre pocos días antes. Sólo tres jovencísimos chavales que se disculparon por la ausencia de los otros dos miembros (bajo y voz, labores que se repartieron los dos guitarristas), quienes no pudieron acudir a la cita; un detalle que les honra y da más mérito a su actuación: aunque el rock pueda (y a veces hasta deba) ser arrogante la honestidad siempre es fundamental. Se subían por primera vez a un escenario para tocar en público y no lo hicieron nada mal, versionando con soltura trallazos de ayer y de hoy desde Blur a los Ramones, pasando por Green Day. Cumplieron su gran ilusión – y la de algún padre, irredento rockero, resultando un estupendo aperitivo.

Siguieron CICLÓN, única banda de la última edición que repetía y de los que ya conocíamos su poderío ejecutando con maestría un heavy ochentero clásico, de tachuelas y melenas. Por entonces hacían sus primeros bolos, ahora ya se han curtido en el circuito de las salas madrileñas de rock así como en varios festivales por todo el país, y además andan metidos en el estudio terminando de grabar su primer trabajo. Todo esto hacía que se presentasen con muchas ganas, y así lo demostraron interpretando esos temas que pronto verán la luz salpicados con alguna versión imprescindible (hablando de metal clásico, qué mejores referentes que Barricada o Judas Priest). Vista la respuesta del público, esta claro que ya han creando afición por aquí – no en vano alguno tiene raíces en esta tierra.

BITTER MAMBO llevan ya unos meses presentando por la península sus “Días de Luz”, donde han contado con la producción de Dani Alcover y que ha supuesto el debut de la banda, aunque sus miembros sean ya veteranos con sobrada experiencia en multitud de bandas como The Locos, Canallas, Salida Nula o Def Con Dos. Nos presentaron sus canciones, una buena colección de temas muy cuidados en las letras y las melodías que no obstante encierran una gran dosis de energía – la cual se ve multiplicada sobre el escenario, sonando aún más directos y contundentes que en el disco. Buena impresión para los que no les conocían y para quienes ya les seguimos la confirmación de que en directo ganan. Aquí hay banda para rato.

Después vino el turno de A PALO SEKO, el nombre con más solera del cartel – son ya más de veinte años en la carretera y hasta cuentan con un disco homenaje que incluyó bandas internacionales. Los de Alcalá sacaron su artillería y no dejaron títere con cabeza, sin dar tregua al personal a lo largo de su actuación. Con ellos no hay medias tintas, así es la “kaña burra del Henares” y ellos son sus exponentes: sonido arrollador (no apto para todas las orejas) y crítica despiadada, metiendo el dedo en todas las llagas y echándoles además vinagre y sal. Una cosa es segura: nadie – para bien o para mal – se quedó indiferente con su actuación, lo que para ellos supone que nadie se olvidará de su concierto, y eso siempre está bien.

Avanzaba la noche y quedaba todavía tela por cortar. VIKTIMAS DEL JäUS volvían a Cebreros un año de después de presentarse ellos solos el verano pasado – en lo que sirvió de paso previo a esta recuperación del CEBREROCK. Si aquella vez, con su primer álbum recién editado y tocando en la calle, lograron reunir a varios cientos de personas ahora venían a reafirmar su éxito de entonces, y desde luego lo consiguieron: la gente se conoce las canciones y estuvo con ellos en todo momento. Comparten con Bitter Mambo (además de amistad, experiencias y hasta grupos comunes) el gusto por las canciones que tienen cosas que contar, el cuidado en componer las melodías y la fuerza en plasmarlas, sobre todo en directo, donde se muestran en toda su verdadera dimensión. Y aquí están ya como en casa (de hecho, también hay en este caso algún vínculo familiar con el pueblo), así que volveremos a verles por aquí, seguro.

Y faltaba el remate: para el final quedaban IROS TODOS A TOMAR POR CULO, una banda madrileña que se dedica a hacer versiones de EXTREMODURO con todo el respeto y el cariño, logrando apaciguar la sed de ver a los originales, que desde hace ya tiempo no se prodigan mucho en directo. Todo el que ya los haya visto habrá disfrutado de sus conciertos (especialmente si ha sido compartiendo cartel con LOS PLATERO, con los que recuperan el formato de la mítica gira conjunta de extremeños y bilbaínos en los 90). Cumplieron con su papel y a la gente poco le importó que no fueran el Robe, el Uoho y compañía, porque a estas alturas de la noche todo el personal estaba dando rienda suelta al entusiasmo y a la diversión, cantando lo que son ya himnos para varias generaciones que felizmente se reunían esa noche, unidas por la música.

En conclusión, una estupenda velada para romper la monotonía del calor veraniego con una excelente organización que hizo posible disfrutar de una gran noche de rock and roll, variado y contundente. Apostamos porque dentro de un año sea posible repetirlo, y hasta mejorarlo. Gracias a Eva, a Miguel y, sobre todo, a Jaime por su trabajo y por complicarse la vida para hacernos a todos un poco más felices. Mereció la pena.

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