ASTE NAGUSIA 2010
Rock con sabor a fiesta
Total free, es lema de la campana con la que publicita Bilbao su semana grande. Y no es para menos. El caracter gratuito de la Aste Nagusia es una de sus senas de identidad. Una semana de 9 dias, en la que se pueden ver mas de 100 actuaciones musicales, entre otras muchas mas actividades, sin pagar un solo euro. Todo ello sin contar con las decenas de conciertos organizados por las propias comparsas. Una bilbainada, vamos. El primer sabado, despues del txupinazo que daba inicio a las fiestas, nos acercamos a Bilborock, una antigua iglesia que llama la atencion al verla reconvertida en sala de conciertos. Alli tocaban, como bandas locales, unas jovenes Metraia, sorprendidas por la notable afluencia de publico, y los experimentados Porco Bravo. Las primeras dejaron muy buena sensacion y se mostraron como una banda solida a la que habra que seguir los pasos. Porco Bravo, por su parte, salieron a darlo todo y a liarla, con un rock roll sucio y canalla, y con un show cuando menos salvaje. una cabeza de jabali volando entre el publico, un cantante que utiliza una grapadora para clavarse un periodico en el pecho y se arrastra por los suelos de la sala. En definitiva, un autentico show, que visto lo visto, gusta a su fiel publico y engancha con unas canciones mas que potables. El domingo teniamos una cita con Loquillo en Botica Vieja. Acostumbrados a su profesionalidad, no nos podiamos esperar otra cosa que la que vimos, un conciertazo. El Loco, escudado por el gran Jaime Stinus e Igor Paskual a las guitarras, nos regalo una hora y tres cuartos de entrega, currandose el concierto minuto a minuto. Entrelazo temas de su ultimo trabajo Balmoral con clasicos de su epoca con los Trogloditas, sin perder un apice de autenticidad. Para ello, Loquillo actua a la vez que canta, y nos hace creible su personaje a la vez que sus letras. Temas como Linea clara, RR actitud, Memoria de jovenes airados o la excelente version de Johnny Cash que es Hombre de negro, marcaron la primera parte del concierto. En Cruzando el paraiso nos recordo el honor que supuso para el cantarla con Johnny Hallyday, toda una leyenda del rock galo. Tras El rompeolas y Rock suave, Loquillo lanzo una patada de karateka en Carne para Linda, encendiendo al publico. En la recta final cayeron temazos como Las chicas del Roxy, la magnifica La matare, Feo, fuerte y formal, El ritmo del garaje o Rock and Roll star, para terminar a lo grande con todo un clasico como Cadillac solitario. Brillante. El martes volviamos al mismo escenario para ver a los miticos Obus y Los Suaves. La veterana banda madrilena abrio la noche y desde el inicio se pudo ver que no venian a pasar el rato. Sonaron como un obus, nunca mejor dicho, y nos patearon el culo con su heavy metal de la vieja escuela. No faltaron sus clasicos como Pesadilla nuclear o Dinero dinero, grandes canciones por las que no pasan los años y siguen enganchando a los mas jovenes. Los Suaves, por su parte, comenzaron fuerte con No puedo dejar el rock. Cumplieron como siempre, capitaneados tanto por un vocalista tan entranable, peculiar y disperso como Yosi, como por un serio y aplicado genio de la guitarra como es Alberto Cereijo. Vamos, el ying y el yang del rock. Asi funcionan Los Suaves, y la formula resulta como pudimos ver. El ultimo sabado, nos decantamos por la propuesta abierta e innovadora de Gose, un grupo que utiliza un instrumento supuestamente tradicional como la trikitrixa junto a la electronica. La verdad es que lo bordan. De todas formas, no lo pude disfrutar del todo, ya que habia que acercarse tambien al concierto de Bebe, al menos para atestiguar que fue el concierto mas multitudinario de las fiestas, que aunque nosotros no conectamos con ella, por decirlo de alguna manera, hay mucha gente que si lo hace. De todas formas, aunque los numeros digan otra cosa, para nosotros los ganadores morales de esta Aste Nagusia no son otros que Loquillo y Obus, dos leyendas cada cual en lo suyo, que demostraron por que son lo que son.