TONI ZENET
Tanto viaje por mar acaba mareando
Mira que la atmosfera del Teatro Lara venia como anillo al dedo para que la noche terminara siendo algo magico. Sin embargo el sabor de boca que nos dejo Zenet fue algo amargo. No es que fuera un mal concierto, pero si algo descabalado, falto de recorrido y sin ritmo. Que Zenet quisiera novelar en directo su primer y unico disco, Los Mares de la China, para contar una historia logica es algo que pierde peso en cuanto y tanto el argumento esta lleno de altibajos de intensidad que distraen y aburren al oyente. Solo asi se entiende que la interpretacion de diez canciones once si contamos la inedita Fue por casualidad le lleve casi tres largas horas de concierto, plagadas de parones, improvisaciones muchas veces innecesarias, y un alargamiento de los temas hasta la saciedad Dientes de rata llego a ser casi desesperante dejando protagonismo a los devaneaos jazzisticos de la banda. Tampoco Zenet dio lo mejor de si esa noche, pues a su voz le costo alcanzar la potencia, el corazon y la emocion que destila en el disco, apagandose antes de tiempo al final de las frases, y sonando mas debil en muchos pasajes. El tipo es todo un personaje curtido en mil batallas, y eso se nota en sus tablas, por las que se mueve como un crooner flamenco, un cantante de copla abrazado a la barra del bar con el corazon roto, un amante que enamora susurrandote un bolero. Y el espiritu desgarrador de canciones como Sonar Contigo, Estela o ese guino a Sabina de Las Causas Perdidas sigue ahi y es un placer sumergirte en ellas por unos minutos, pero tras un par de horas de viaje, la travesia por los mares de la China acabo en naufragio.