DIRTY SWEET 69 REVOLUCIONES
Forajidos electricos al asalto de la diligencia del rock
Cuando hace un par de años llego a mis oidos Of Monarchs and Beggars el debut de esta banda de San Diego, California, practicamente vivi en exclusiva de su musica durante un par de meses. Sone con que algun dia la banda se acercara a Espana para poder hacerme con ese tremendo album, dando mi dinero directamente al grupo sin intermediarios asi funciona esto ahora Ramoncin chupate esa, y poder disfrutarlos sobre un escenario. Por suerte, la actual avalancha de conciertos me ha permitido cumplir ese sonado ritual, aunque esta vez la visita al puesto de merchandising fuera doble, pues su segundo album, el American Spiritual que venian a presentar, tambien merecia el desembolso. Pero a fin de cuentas, lo importante es ver y sudar a la banda subida a las tablas, que a eso venian. Asi que tras compartir unas cervezas viendo el futbol con su cantante, entrar en calor con unos magnificos 69 Revoluciones, que siguen derrochando clase con su rock de aires 70s en castellano ojito a ese cantante cruce del Cocker de Woodstock y nuestro Carlos Tarque, pues llego el momento por el que hace dos años habria vendido a mi padre. Dirty Sweet salian a escena. Pose de jovenes estrellas, pero mucha humildad en esencia, y, sobre todo, energia a raudales para interpretar ese hard rock tenido de actitud californiana pero de cierto regusto sureno que podria dar pie a un millon de comparaciones, pero que tiene su propia personalidad, sobre todo por el caracter que imprime un cantante de sorprendente registro y con el necesario atractivo para el desenfreno del publico femenino. Que mas se puede pedir Pues hora y media de rock n roll a secas, del de guitarras sabrosas, saltos, panderetas, historias, dulzura y suciedad, esa contradiccion que tan bien define su nombre y su musica, tocada con agallas y directa al nervio. Repaso exhaustivo a sus dos albumes version de Bob Seger incluida, con el hard rock de tinte clasico en popa y los nuevos aires acusticos en proa, y el barco electrico navegando a toda maquina. Una leccion de joven savia rockera y una incontestable bofetada que barre de un plumazo tanta tonteria de ninos de plastico dedicandose al rock. Puro espiritu americano. Del de monarcas, y del ladrones. Un gustazo, oiga.