DICK DALE – RIE SINCLAIR

Parece mentira que Richard Anthony Monsour, es decir, DICK DALE, tenga setenta y dos años. Y digo que es increible porque desprende mas energia que muchos de los grupos de veinteaneros de nuevo cuno que estan de moda en estos momentos. En la segunda de sus noches en la capital dio una autentica leccion musical durante los noventa minutos de actuacion sin descanso que nos ofrecio. Acompanado por un bateria y un bajista que seguian como podian el ritmo que marcaba el abuelo, aparecio en escena bajo los acordes de Nitro, con su Fender Stratocaster dorada y su cinta del pelo. Y desde entonces, un huracan. El sonido fue en muchas partes del concierto extremadamente elevado, dejando de lado la apariencia de musica surf para parecer rock duro por momento, pero ni este matiz desvirtuo las canciones. El propio Dale jugueteo con la harmonica, la trompeta y la bateria ademas de demostrar lo gran guitarrista que es mientras iban cayendo la gran mayoria de sus clasicos, Mr. Eliminator, The Wedge, Lets Go Trippin y la inconfundible Miserlou en la recta final de la actuacion, todos ellos combinados con sus revisiones de temas ajenos como House Of The Rising Sun, Hava Nagila, Fever o Louie, Louie. Por una vez me resulto creible la afirmacion que nos dedico antes de retirarse. Sois la medicina para mi corazon, y es que hace dos años y medio tuvo que cancelar su gira europea debido a un cancer de colon del que parece felizmente recuperado. La sala le despidio con una ovacion digna de una leyenda de la suya. Antes que la leyenda, actuo RIE SINCLAIR, una joven pelirroja que se hizo acompanar por la base ritmica de Dick Dale y de la que tan solo destaco la version de These Boots Are Made For Walking de Nancy Sinatra, y lo mejor que se puede decir es que apenas actuo veinte minutos.