ARCTIC MONKEYS

Si amigos, enamorado de la moda juvenil e imbuido por el elixir de la eterna juventud, el viernes me decidi retrotraerme y volver a sentir la emocion de las masas universitarias ante the next big thing de hace cuatro anos, para entender de primera mano que significaba lo de la generacion myspace y las maneras en directo de estos Arctic Monkeys. Despues de pasar de recintos medianos a pabellones en muy poco tiempo, el grupo ya ha dado su primera vuelta de tuerca estilistica. han caido en los brazos de la mujer madura vease Josh Homme y han cambiado los Fred Perry por cazadoras de cuero y pelos largos. Ademas, deben ser esponjas a la hora de asimilar referencias musicales. Como fondo musical se pudo escuchar a Black Sabbath bien e incluso se atrevieron con una version del Red Right hand de Nick Cave llevada a su terreno segundo bien. Y eso se noto en el concierto, las dos lineas divisorias en las que se mueve la banda. la actual mas densa y oscura vease su ultima obra Humbug y las pildoras anfetaminicas indies de sus dos primeros discos y EPs. En esa estrecha franja se movio la hora y media de concierto, en una cierta indefinicion estilistica que les hace mas vulnerables pero a la vez mas solidos para el futuro. La mayoria del publico estaba mas cerca de sus primeros exitos, recibiendo con jubilo Brianstorm, The view from the afternoon o When the sun goes down , pero tambien cayeron encandilados ante la potencia y densidad de sus nuevos temas, sobre todo con las tres mejores composiciones de su nuevo album. My propeller, el single en toda regla Crying lightning y la hipnotica Cornerstone. Destacar tambien la cuidada puesta en escena, sobre todo gracias a las pantallas en blanco y negro y sepia, que le daban cierto toque arty al evento, unicamente empanado por el pobre sonido del recinto de Vistalegre. Veremos que les depara el futuro. si siguen buscando la senda del desierto o prefieren volver a los suburbios industriales de Sheffield.