GIANT SAND PERFORMING JOHNNY CASH AT SAN QUENTIN
Concierto con altibajos y con una grata sorpresa final
La iniciativa We Used To Party es una vuelta de tuerca a los famosos Dont Look Back en los que un grupo toca uno de sus discos clasicos al completo. Aqui la novedad es que el grupo elegido reinterpreta un disco ajeno. Algo curioso y que a la vez no deja de ser una ruleta rusa comprobar el resultado del experimento. El debut de la experiencia venia de la mano de Howe Gelb y sus GIANT SAND, atreviendose con el clasico de JOHNNY CASH, LIVE AT SAN QUENTIN. De hecho, la expectacion fue lo suficientemente grande como para tener que anadir otra fecha, a la inicialmente anunciada, siendo esta, la del lunes, a la que asistimos. El inicio fue titubeante, con Gelb en solitario atacando Big River y ya con el resto de banda destrozando el I Walk The Line. Entre tema y tema, intentos de reproducir los mismos comentarios que el Hombre de Negro, pero sin lograr empatizar con la sala. Incluso cuando los problemas con el microfono aguo la primera aparicion de la emula de June Carter Cash, la danesa Sille Krill, durante Darlin Companion. El caso es que la indefinicion entre la copia mimetica y la apuesta por la adaptacion personal del repertorio, le jugo una mala pasada en esta primera parte, pero cuando sono San Quentin, el publico adopto el rol de presidiarios y la interaccion comenzo a ser fluida por ambas partes, lo que logro generar un cambio de ritmo en el concierto. Tras una pequena retirada al camerino, el regreso nos trajo la mejor parte de la actuacion. Una espiritual Therell Be Peace In The Valley acabo desembocando en vigorosas revisiones de dos clasicos de la talla de Folsom Prison Blues y Jackson con Fernando Vacas Flow a la guitarra como invitado, que desemboco en la inevitable Ring Of Fire, que conto con la sorprendente presencia de Raimundo Amador, para darle un toque aflamencado a la cancion realmente fascinante. El colofon vino con una ultima cancion con el propio Raimundo y otro guitarrista flamenco, que puso un gran punto y final a ochenta minutos en los que se mezclo lo mejor y lo peor, pero que dejo un buen sabor de boca. Los proximos en poner en practica esta iniciativa seran The Posies interpretando el A Catholic Education de Teenage Fanclub. Alli estaremos.