THE EASTPAK ANTIDOTE TOUR

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The Ghost of a Thousand dan la sorpresa y se llevan la palma

Tras su paso por Barcelona y Madrid, la gira Eastpak Antidote recalaba en un Kafe Antzokia de Bilbao, que esperaba a los grupos con un llenazo considerable. Cuatro bandas interesantes completaban el cartel, desde unos desconocidos The Ghost of a Thousand, a otros con mucho mas nombre como Alexisonfire y Anti-Flag, pasando por los norteamericanos Four Year Strong. Los tiempos y horarios estaban marcados, asi que las bandas se iban a tener que aplicar para hacerse notar en los pocos minutos que correspondian a cada una. Comenzaron puntuales los ingleses The Ghost of a Thousand, una banda muy joven que ya cuenta con dos discos, el ultimo de ellos, New Hopes, New Demonstrations, recien salido del horno del productor de bandas como Refused o The Hives, y bajo el sello de Epitaph. Desde el inicio se vio que salian a comerse la sala. Su cantante y frontman Tom Lacey se gano enseguida al publico, haciendo stage diving y promoviendo pogos en los que la gente corria en circulo, que sirvieron para ventilar un Kafe Antzokia con el ambiente cargado de adrenalina. La chavaleria entro al trapo de la misma, habia ganas, y el grupo no perdio su oportunidad. Clavaron un concierto genial y canero, dejando el liston muy alto para los siguientes. Sin duda, habra que seguir la pista a este grupo, que promete, y mucho. Four Year Strong, por su parte, se mostraron muy solidos, y aunque no sonasen de cine, dejaron claro que saben lo que hacen. Agradaron, pero pasaron sin pena ni gloria. Eso si, parte del publico seguia en una fiesta continua, con los saltos, golpes y empujones tan habituales en este tipo de conciertos, que en parte se agradecen, pero que como en todas las cosas, siempre hay quien se pasa. En fin, nada nuevo, el viejo conflicto entre disfrutar a tope y dejar disfrutar a los demas. Los canadienses Alexisonfire eran uno de los platos fuertes de la noche, pero fueron eclipsados por unos The Ghost of a Thousand que vienen pegando fuerte y los veteranos Anti-Flag, que tenian el honor de ser los cabezas de cartel. Su actuacion fue de tres cuartos de hora, en la que destaco sobre el resto la voz del talentoso cantante y guitarrista Dallas Green. A punto estaban de salir al escenario los integrantes de Anti-Flag, y la gente que se agolpaba en las primeras filas fue subiendo las escaleras que conducen al escenario, hasta darse la situacion de que el concierto comenzase con el publico literalmente sobre las tablas, sin que el resto pudiese ver a los musicos. El grupo pidio respeto y que se bajasen, pero el asunto no tuvo remedio. La educacion y la organizacion, en este caso, brillaron por su ausencia. En parte, como se vio al final del concierto, fomentado por la contradiccion que supone por parte de los propios grupos el hecho de pedir al publico que suba al escenario, y por otro lado, al ver la desorganizacion, cables que se sueltan, costosos instrumentos y aparatos en peligro, hacer trabajar a los de seguridad para echar a la muchedumbre de mala manera. En fin, Anti-Flag dieron la talla con un setlist mejorable, en el que destaco su version de The Clash Should I Stay or Should I Go, y terminaron a la hora senalada, tras una invasion del escenario y sin ningun tema extra. Vamos, un concierto a la altura de su nombre, pero sin grandes alardes, porque, al fin y al cabo, se trataba de simple diversion.

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