BLACK JOE LEWIS AND THE HONEYBEARS
Queridisimos lectores, Black Joe Lewis lo tiene.
Nos estan estafando, mintiendo y enganando. Nos han mostrado cuales son las nuevas vias del soul y, creanme, no llevaban ni a un misero cruce de caminos en el que poder saldar el alma. Se han inventado estolideces como eso del nuevo soul para vendernos excrementos infumables. Hemos llegado a creer que el soul ya no era asunto de negros, demasiado ocupados en la cosa del rap y el hip-hop, hemos incluso pensado que hacer las cosas bien es punetero revivalismo. Por todo ello y mucho mas, una de las mejores noticias discograficas del año ha sido la edicion de Tell em what your name is, la puesta en largo de Black Joe Lewis and The Honeybears. El grupo, afincado en Austin como tanto bueno que nos llega ultimamente a las orejas, habia publicado anteriormente un 10 pulgadas de debut como primera presentacion. Aunque no responde a un purismo soul extremo en las formas, el grupo muestra un standard de big band con seccion de vientos incompleta en esta visita, potentes teclados, guitarra otras veces incluso square guitar a la Bo Diddley, bajo y bateria. El disco son 10 excelentes trallazos soul aunque ellos lo llamen garage soul, pues muy bien intensos, divertidos y excitantes por momentos. El poso rockista no queda de lado, de hecho han sido teloneros, un tanto extranamente, de los New York Dolls en las ultimas citas de los viejisimos. Sustrato rock en el que ha crecido Joe Lewis, un tipo que hasta los 20 años no cogio una guitarra y, senores, no llega a la treintena y que tenia de lado en casa toda la coleccion familiar de discos de blues y soul hasta hace cuatro dias como aquel que dice. Aprendizaje en tiempo record y mucho todavia por mostrar, su disco, de hecho, deja las puertas bien abiertas a siguientes trabajos que, deseamos, culminen en excelencia. Dicho todo esto, una pequena expectacion se habia creado en Madrid por su visita, sabiamos hace tiempo de su concierto en el festival de Jazz de San Sebastian y la ocasion ha sido bien aprovechada para poder ver el debut peninsular de Lewis, por lo que el mismo ha podido decir horas despues con mas exito del que esperaba. Comenzo fuerte la cosa con Sugarfoot, lo mas parecido a un hit que tienen los tejanos, con peso fuerte de los metales y las voces de Joe cercanas al alarido, de ahi pasaron por direcciones mas bluesfunk como Im broke, de soul sexuarl de toda la vida como Big booty woman o Bitch I love you, canonazos como Gunpowder o delicatessens de las que aranan como Please pt. Two. Por la boca de un campero Joe Lewis en bermudas, deportivas negras y shirt blanca pasan Lightin Hopkins, Wilson Pickett, Ike Turner o James Brown pero tambien el punk de los 70, de Radio Birdman o los Stooges, de los que versionaron I got a right, cosa que no se si era excesivamente necesaria. Este aspecto guitarrero del grupo es lo que quizas mas descacharra en directo, la guitarra de Zach Ernst no destaca dentro del grupo y Jose el Negro no es un virtuoso, aunque muerda hasta hacerla chirriar su Telecaster forrada de fotos de chicas de revistas guarras. Pero, fieles creyentes, que nada de esto suene como un pero, quizas mas como una sugerencia de direccion a tomar, porque el potencial parece tan grande, el horizonte tan luminoso y el camino tan ancho que dentro de unos años estoy seguro podremos decir que la primera vez que Black Joe Lewis y los Honeybears tocaron en Madrid nosotros estabamos alli.