BUNBURY

Un dia antes de lo que marca el calendario llego el Verano a la capital, los alrededores del coso llenos, bermudas para ellos y vestidos para ellas, bullicio.todos los ingredientes tipicos de un concierto de rock nroll en Las Ventas. Mas topicos. Salio el protagonista casi veinte minutos tarde ante un publico entregado que coreaba su nombre.Y hasta aqui lo habitual, porque si hay algo indiscutible es que el mano, hasta haciendo rock en formacion clasica, sigue siendo un tanto rarito para sus detractores y el sumun de la originalidad para sus fieles. Comenzo con un aceleron desde El club de los imposibles hasta Hay muy poca gente, esto ultimo falso, el tendido casi lleno. Decia Enrique hace poco que su objetivo era intentar cumplir un hueco en Espana, que nadie hacia rock para gente de su generacion y alrededores, lo consigue, sus temas suenan como temas de hace 20 anos,sin perder frescura. Las casi dos horas y media dieron para todo, sobre todo lo primeros 120 minutos, un ir y venir de cambios de velocidad, que no de intensidad, en lo que el de Zaragoza es un especialista. Tiempo de cerezas, Si me perdonas, Sacame de aqui.todos los discos salvo Radical Sonora tuvieron representacion, y todas con su adaptacion al sonido de su nueva banda, reto dificil, ya que el Huracan Ambulante puso el liston muy alto, va en gustos, a mi me gustaba mas la variedad sonora de los mencionados en ultimo lugar, aunque es de justicia decir que los acompanantes actuales suenan a la perfeccion. Quiza el tramo mas emocionante fue el que precedio al primer descanso, Infinito y Rescate hicieron saltar lagrimas a sus aferrimos.Y aqui llega el punto de bajon, como ya paso en su ultima visita a recinto grande en Madrid, el ultimo tramo es demasiado intimista para un concierto de verano en Las Ventas, quizas hubiera sido mas propio de un teatro o palacio de congresos. Lo cierto es que Bunbury ha cumplido su objetivo, es un rockero maduro, y en esta definicion no hay connotacion negativa posible.