AZKENA ROCK 2009
Los Robinson queman Vitoria
Ay Azkena, Azkena, cuantas alegrías nos has dado…y sigues dándonos. Después de años y años pidiendo a los cuervos negros, vinieron y de qué manera… En fin, eso se explicará más adelante por que antes hay mil y un grupos de los que hablar, unos mejor, otros peor, pero todos interesantes cuanto menos.
Un Azkena es una aventura, eso lo sabe cualquiera que lo haya probado. Siempre están los grupos a los que vas a ver, los grupos a los que ni fu ni fa y te dejan muñeco, los grupos que dices estos ni de coña o los que dices anda pues mira y luego piensas que podrías haber aprovechado mejor el tiempo comiendo un bocadillo de lomo con queso.
Cada año el festival va ganando adeptos y esto se nota claramente en las nuevas y maravillosas ideas que van surgiendo en cada edición. Por ejemplo el hecho de disfrutar de algunas bandas como Eli Paper Boy, que sin la fuerza de la banda arrancó alguna lágrima de nostalgia, o Mike Farris, que sólo le faltó darnos la comunión para que eso fuese ya el nombramiento del nuevo mesías del rock, en la plaza de la Virgen Blanca de Vitoria.
VIERNES 15 DE MAYO
Era viernes por la tarde y después de Jon Ulecia, lo más parecido que ha conocido un servidor a Willie Neville dentro de nuestras fronteras, Howlin Rain, retrotrayéndonos al 69 y Dr. Dog, la nueva sensación del pop–rock (que se transformaron en algo mucho mas psicodélico en directo) saltaban a la palestra The Faboulous Thunderbirds: rock n´roll de raíz, riffs sencillos que entraban en vena y que nos hacían recordar a los ancestrales negros del algodón. Sólo diré que en la última canción Kim Wilson se marcó un solo de harmónica de unos 10 min. Grandes.
Todos esperaban al niño mimado del soul, a la referencia actual del panorama underground. Pues salió, calló las bocas que tenía que callar y se fue más ancho que largo. Eli “paper boy” Reed se comió la carpa de Ron Ashenton con patatas con su puesta en escena y con una selección de temas brutal, que incluían algunos de los mejores cortes de su alabado último disco, “Roll with you”. Acabó el show descamisado, tirado por el suelo gritando como un poseso. Como nos gusta eso y como lo sabe Eli.
En esa misma carpa, poco después, se presentaban The Zombies para dejar claro al personal que no son la banda de “Time of the Seaton”, si no que son algo más. En cierta manera lo consiguieron, pero el show se fue haciendo progresivamente cada vez más monótono hasta que al final “She´s not there” y “Time of the Season” reanimaron a un personal que pidió más y más. El caso es que luego tocaban Soul Asylum y había ganas de ver como le ha sentado la última década a la banda de Minnesota. Pues le ha sentado increíblemente bien, aunque no le pareciese lo mismo a un frío respetable que no ayudó y que, lógicamente, estaban ya esperando a los Robinson. Aunque David Pirner llevase el pedo de Alfredo, himnos de los 90 como “Misery” o “Runaway train” erizaron el bello tanto a los treintañeros melancólicos como a todos los demás.
Amigos míos, un servidor asistió sin duda a uno de los mejores conciertos de su vida, y sin exagerar para nada. The Black Crowes han decidido escribir una página en la historia de la cultura musical americana y lo están consiguiendo. “Warpaint” es un discazo y es una prueba de que han sido una de las bandas que más ha evolucionado de su generación, sin ningún género de duda. Aunque sabían que tenían que tocar la mayoría de sus éxitos, dejaron claro que quieren ser más que eso y lo están consiguiendo. Hacía una década que no se les veía por estos lares y nos recompensaron con un concierto inolvidable que tuvo todo lo que se espera de un concierto de los cuervos y mucho más; Himnos generacionales, jams de quitarse el sombrero, los Robinson en su plenitud (Chris moviéndose como si de un ritual se tratase y Rich, cabizbajo, haciendo sonar una de las mejores guitarras que yo he escuchado nunca). Para muestra un botón, aquí tienen ustedes el set list, juzguen si no es para emocionarse cual quinceañera: Sting Me, Twice As Hard, Goodbye Daughters Of The Revolution, Hotel Illness, Soul Singing, Oh Josephine, Wiser Time, Thorn In My Pride, Poor Elijah – Tribute To Johnson (Medley), Sister Luck, Jealous Again, Hard To Handle, She Talks To Angels, Remedy, Wounded Bird – Bis – Thick N Thin.
SÁBADO 16 DE MAYO
Todavía con “Twice as hard” en la cabeza, empezó el concierto de Dan Auerbach en el escenario Lux interior. Un concierto bastante esperado por mi parte, ya que “Keep it hid” me pareció un gran disco. La verdad es que Dan enganchó al personal con una propuesta fronteriza, pero que llegó en momentos a ser algo repetitiva. Sin la ambientación oscura que la producción de Danger Mouse aporta al debut del Sr. Auerbach, la cosa parece que pierde un poco, aunque temas incontestables como “I want some more” o Whispered words” no desmerecen para nada en directo. Se esperaba un poco más, eso es todo.
Woven Hand era uno de los grupos que sin ser un gran cabeza de cartel congregó a bastantes fieles en el escenario Ron Ashenton. La propuesta, atmosférica y diabólica no me pareció que estuviese del todo a la altura de un festival como el Azkena sinceramente, aunque el respetable no opinase lo mismo que un servidor.
Un poquito de rock sucio nunca viene mal y The New Christs pusieron su granito de arena para levantar a la audiencia rockera. Siempre se agradece oír un Hammond a media tarde.
Mike Farris & The Roseland Rhythm Revue 2 – Vitoria 0. Así de contundente fue la victoria de Mike Farris y su banda en Vitoria, pues si bien por la mañana hizo bailar y cantar tanto a rockeros como a padres y niños, por la tarde volvió a repetir la jugada y se metió en el bolsillo a todo aquel que se acercaba a la carpa. “Shout Live¡” así reza su disco en directo, y es que así acaban los directos de este señor respetado por todos. La mezcla de soul, blues y gospel le salió redonda a uno de los triunfadores sin duda de esta nueva edición del Azkena. HALLELLUJAHHHHH BROTHER FARRIS¡¡¡¡¡
Molly hatchet se hizo con el público del escenario Lux interior sin ningún tipo de problema, ya que se entregaron sobremanera para demostrar que no son ni mucho menos unos recién llegados. Banderas sureñas ondeaban al viento mientras sonaban los temas de la mítica banda de Florida, con su mezcla de heavy y rock sureño. Su versión de “Freebird” emocionó…..a unos pocos.
¡Sorpresa¡… The Soundtrack Of Our Lives me parecieron una muy buena banda en directo. Han llegado a un término en el que la psicodelia sixtie puesta al día suena muy potente, como demuestra su misterioso disco “Communion”. La carpa se rindió a T.S.O.O.L sin ningún problema, aunque bien es cierto que al punto al que han llegado los suecos ya habían llegado otras bandas como Oasis por ejemplo. Muy disfrutables.
Llegó la hora del cigarrito (ustedes sabrán si contiene tabaco o no) y la camisita para disfrutar de los Fun Lovin´ Criminals, que con su gangsta rock y sin hacer mucho ruido dieron un gran concierto. La frialdad del público daba miedo pues parece impresionante que la gente no disfrute con los temazos del “100% Colombian”, o con la versión del “Rock n´roll” de los Zeppelin. La palabra Motherfucker se oyó más que en todo año y todos tan contentos.
Otro de los momentos más esperados se acercaba. La bruja volvía a España. Sí amigos, Alice Cooper estaba entre nosotros. Y estaba, pero mucho más heavy que de costumbre y con menos parafernalia de la habitual. La verdad es que si a un concierto de hora y tres cuartos le metes un solo de batería de media hora, por mucho que suenen “I´m eighteen”, “School´s out” o “Under my wheels” pues el show se queda cojo. Aunque Alice fuese ahorcado y luchase contra geishas diabólicas algo estaba fallando. “Elected” cerró la quimera y Alice se fue a asustar niños.
El Azkena lo cerraron los Toy Dolls con su punk sin concesiones, a tope. Dieron lo que se espera de un concierto punk, fueron a por todas. Tortas y saltos a tutiplén para terminar poniendo el broche a una edición que será recordada como El Azkena de los Cuervos.