KAMELOT – DELAIN

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Lleno absoluto con un publico entregado que logra emocionar a KAMELOT

Se hacia patente, incluso antes de entrar, que la sala Heineken se iba a quedar un poco corta por aforo y caracteristicas para albergar el concierto de Kamelot en Madrid. Las entradas anticipadas se habian agotado, una larga cola de gente subia por la calle Princesa, y en la puerta aun habia personas esperando por las pocas entradas que quedaran en taquilla. Era comprensible el interes por ver a una banda considerada ahora mismo una de las mas importantes del genero del power metal, y que no visitaba Madrid desde el concierto en la sala Macumba en la gira de The Black Halo en 2005. Durante estos 4 anos, su popularidad ha crecido aun mas, sobre todo desde el lanzamiento de Ghost Opera en 2007. A pesar de haber salido hace bastante tiempo, esta es la primera vez que vienen a presentar este ultimo album a Madrid, porque en la primera parte de la gira tocaron en otras 3 ciudades espanolas pero no aqui. Por todo ello habia muchas ganas de volver a verlos. Las puertas de la sala se abrieron a las 7 y media y eran ya mas de las 8 cuando aparecieron en el escenario los holandeses Delain, dispuestos a preparar a la audiencia para el grupo principal. Esta banda, concebida inicialmente como un proyecto personal, tras abandonar Within Temptation, del teclista Martijn Westerholt nacido curiosamente en Madrid, como comentaron en el concierto, y con un primer album grabado con colaboraciones de conocidos musicos del genero, vienen por primera vez a Espana a presentar su nuevo disco, April Rain 2008, grabado ya con una formacion estable. Hacen un metal gotico similar al de compatriotas suyos como epica, After Forever o los propios Within Temptation. En vivo, suenan mas heavy, mas directos y mas entretenidos para mi gusto que en sus discos. Sobre el escenario, M. Westerholt cede el protagonismo completamente a Charlotte Wessels, la joven cantante de 21 años y bonita cara visible de Delain. Su forma de cantar no es lirica aunque en algunos temas se acerca en tonos altos. Tiene una voz suave y sencilla que cumple su cometido correctamente y le echa ganas en directo aunque se mantiene algo estatica y sin definirse en una actitud rockera ni tampoco de tipica diva. Las voces masculinas de apoyo, ejecutadas por el guitarrista Ronald Landa en directo, no lucen en exceso, sobre todo si las comparamos con las grabadas por Marco Hietala Nightwish, Tarot como colaboracion en el disco. Por suerte para sus seguidores bastantes se sabian los temas en las primeras filas, el concierto de Delain fue mas largo de lo que han podido disfrutar en otros paises europeos, ya que Serenity, el tercer grupo que comenzo esta gira europea con Kamelot, la abandono definitivamente hace unos dias. Hicieron un setlist de 9 temas, con casi tantas canciones del primer disco como del segundo. El sonido y la iluminacion acompano a Delain para hacer un concierto bastante entretenido. Tras los cambios en el escenario y con la sala llena como pocas veces he visto sin duda mas de mil personas, a las 9 y cuarto salian a escena Kamelot. Una intro instrumental se encadenaba con el primer tema, Rule The World, que, como es comun en muchos conciertos sirvio para terminar de ajustar volumenes de instrumentos y micros, por lo que no disfrutamos de un buen sonido hasta el siguiente tema, When the lights are down. A partir de entonces el concierto sono mas que correcto, con buen volumen en la voz, y buena mezcla de instrumentos para lo que es normal en la sala. El escenario estaba decorado con un gran telon de fondo con la portada de Ghost Opera, y un podio para la bateria con escalones y luces. Dos cajas en la parte delantera, donde se subian cada poco los musicos completaban una escenografia sencilla, que estoy seguro de que se ha tenido que recortar por el minusculo espacio del escenario de la sala Heineken, ademas de la eliminacion de la pirotecnia. Los temas fueron sucediendose,visitando tambien discos anteriores. Soul Society, Center of the Universe, Pendulous Fall. En todos ellos destaco sobre el escenario sin duda, el cantante noruego Roy Kahn, con su largo chaqueton que le hace parecer un sacerdote, y su actitud y expresividad en escena, contagiando pasion al publico, animando, arrodillandose en el suelo, bajando del escenario para cantar desde el foso. Su voz funciono bastante bien, salvo algun desfallecimiento normal en un directo. Especialmente me gusto en la balada Anthem, casi sin acompanamiento musical, solo teclados y orquestaciones. Canto tranquilo, sintiendolo, adornado con unos originales juegos de luz, y dejo casi callado al publico, disfrutandolo. Tras el tema Moonlight, Kahn tuvo un pequeno descanso, dejando que el resto de la banda se luciera, marcandose una larga y variada improvisacion instrumental. Siguieron los temas The Human Stain y The Haunting, donde Anne-Catrin Marzke, la cantante que durante toda la gira hace los coros, salio al centro del escenario a cantar a duo junto a Roy el tema que en The Black Halo cantaba Simone Simons Epica. Tuvieron un momento muy teatral, interpretando el tema, con abrazos, miradas. Despues tocaron EdenEcho, y hubo un interludio en el que Oliver Palotai demostro su maestria a los teclados. Fue durante el paron en medio de la siguiente cancion, Forever, preparado para que el publico cantara y presentar a la banda, donde se produjeron los momentos mas emocionantes del concierto. Los musicos se sorprendieron realmente de las ganas que ponia la gente al cantar, y tuvieron que callar en varias ocasiones al escuchar a todo el publico coreando el nombre de la banda. Salieron del escenario brevemente para volver y afrontar los bises. el tema que da titulo a su ultimo album Ghost Opera que en directo suena tan potente como grabado, Love you to Death, y el tema que daba titulo a su disco de 2003 Karma. Otro paron, y volvieron para tocar el ultimo tema de la noche, March of Mephisto, que comenzo con dos chicas sobre el escenario con vendas negras en los ojos, y dos grandes tambores con los que marcaban el ritmo del arranque. Uno de los temas mas conocidos para dejar un buen sabor de boca. Tras una hora y media generosa, casi hora y tres cuartos, a las 11 de la noche acababa el concierto de Kamelot. Al final los saludos se alargaron, hubo una foto de la banda con el publico a sus espaldas y se pudo comprobar lo emocionados y contentos que estaban por como se habia desarrollado el concierto y el recibimiento que les dio Madrid.

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