IMELDA MAY
Menu de Jazzabilly de esmerada presentacion
Que es tendencia Donde acaba el gusto personal y se inicia el seguimiento borreguil Por que sucede Quien lo causa En que entornos socioeconomicos se da Se puede evitar Supongo que esta y otras muchas preguntas les inquietan y turban su descanso nocturno. Ojala, creanme amigos, tuviera una respuesta precisa para estas dudas que tambien llenan de confusion mi torturada existencia, a cambio les propongo el analisis del concierto Imelda May del pasado 27 de abril dado que, probablemente a su pesar, entra dentro esta cosa de la tendencia. El concierto de la dublinesa estaba enmarcado dentro del Festimad 2009 lo que garantizo una cobertura y una presencia en medios destacada, esto, junto con un tiron natural agoto el papel y genero colas a la entrada de la sala Moby Dick, algo no muy habitual. El publico se compuso basicamente de veteranos rockers, psicobillys de nueva generacion y modernos de postal, al loro del ultimo hype retro que es quizas una etiqueta que puede caerle a Miss May encima y que seria terriblemente injusto. La zarpa de los entusiastas seguidores de lo que se lleva es letal. Todos ellos salieron satisfechos. He oido por ahi una muy buena definicion generica para lo que hace Imelda May, jazzabilly. Me parece muy correcto y estoy superafavor porque el toque rock esta presente, y mucho, pero tamizado, suavizado y cubierto por arreglos mucho mas soft, esto no tiene por que ser malo. No hablamos de gomina, sudor y alcohol, mas bien de pulcritud, seda y ejecucion excelente. Algo tradicional en la forma de entender el rock en el Reino Unido desde Vince Taylor a Billy Fury pasando por los solistas de Joe Meek. Recoge este testigo la buena je de Imelda, una cantante de excelente tecnica vocal, mas que espectacular presencia en escena y curriculum trufado de colaboraciones jazz. En la redireccion de su carrera hacia el rockandroll mucho tiene que ver su esposo, Darrell Higham, excelente guitarrista de dilatada trayectoria en las esferas del rockabilly y factor clave en los 2 discos publicados por la cantante. El primero de los cuales, No turning back, va a ser reeditado este 2009 ya con su nombre de guerra definitivo y una portada mucho mas bonita, dado el exito que supuso su Love tattoo. Enfundada en un muy propio vestido con motivos cinematograficos de los que nos gustan, esto es, monstruos de la Universal, comenzo el recital con Feel me para seguir alternando versiones de standards clasicos con su repertorio grabado propio o versionado. Love tattoo, Dont do me no wrong, Big bad handsome man, Wild about my love, Falling in love again, Smokers song y las novedosas si no yerro, Sneaky freak y Id go with a Psycho. Piezas bien seleccionadas. My babe, de Willie Dixon, que canonizara Little Walter ahonda en esa linea de blues suave y sedoso en el que parece encontrarse como pez en el agua, Walking alter midnight, de Patsy Cline, emotivo country rock, o la recreacion del Primitive de los Cramps estan entre sus versionados habituales. Un repertorio rico y variado que viene a probar que estamos ante algo mucho mas que un fenomeno estacional, lo mejor seguramente este por llegar. Su hit Johnny got a boom boom ya con el bodhran en sus manos coloco a la audiencia en levitacion, los demandados bises fueron 2 versiones, una frivolite como la revision rocker del Tainted love de Soft Cell estas cosas siempre son bien acogidas y un clasico de Muddy Waters, Rollin and tumblin de ejecucion detonadora. Rockabilly aderezado con chorretones de jazz suave, trazas de Yma Sumac y Wanda Jackson, todo bien triturado, sin un grumo, listo para digerir por un publico mas amplio, algo positivo objetivamente. A mi, sin embargo, no me dejo el estomago satisfecho, y no sabria decirles porque, todo fue demasiado perfecto, demasiado cuidado, precisa ejecucion, ni un pelo fuera de su sitio, bella como pocas, movimientos medidos, que es lo que falla En conclusion, un plato de rockandroll no tanto para ser degustado con el tradicional Southern Comfort o su root beer preferida con una racion de ardilla frita sino mas bien con un gimlet o, como me apuntan por aqui, con un Brandy Alexander.