GRAHAM DAY AND THE GAOLERS
Descarga de fuzz ante media sala
El 13 de enero pasado moria Patrick McGoohan a la edad de 80 años en Santa Monica, alla en la soleada California. El sr. McGoohan fue el creador y protagonista de la serie de culto britanica The Prisoner, un excelente ejemplo de drama inteligente con toques de ciencia ficcion, espias y contracultura psicodelica anglosajona. The Prisoners fue un grupo tambien de culto, escasos en cuanto a ventas, pero de publico fiel. Alimentados de cultura inglesa popular como la mentada con el referente mod en el horizonte del delta del Medway y a Steve Marriott como canon vital. Graham Day era el lider de aquellos prisioneros, cuando dividieron sus caminos hacia senderos mas acidos James Taylor Quartet Day siguio activo en multiples proyectos sin solucion de continuidad, Mighty Caesars, Prime Movers, Planet, Solarflares o Buff Medways. Un buen dia el camino de mr. Day se cruzo con el de una banda de Atlanta, The Woggles, que no pudieron tolerar que el que fuera cantante de los Prisoners estuviera con canciones y sin grupo. Dicho y hecho se convirtieron en su base ritmica y formaron Graham Day and The Gaolers. A inicios de este 2009 vienen a Iberia a presentar su segundo disco, siempre en el sello Damaged Goods, Triple distilled. El formato es el de power trio, con Graham a la voz y la guitarra, Dan Elektro a la bateria y Buzz Hagstrom al bajo, aunque solo para estas ocho fechas, dado que el titular de la plaza a dia de hoy es Jonny Barker. En escena el grupo suena con una fuerza mucho mas incontrolada si lo comparamos con sus grabaciones, amparados en la electricidad y el fuzz y dejando de lado la importancia de los teclados y el sitar. El soberbio toque psicodelico se pierde pero esa fuerza de tres vertices crece en escena hasta el desbordamiento. El recorrido del pasado jueves se centro en sus dos discos mas recientes, Soundtrack to the daily grind y Triple distilled. Los mejores temas de ambos trabajos, Get off my track, Begging you convertido en single y Wanna smoke destacaron poderosamente. En este ultimo intervino para presentarlo alabando nuestra suerte de poder aun fumar bajo techo. Salvo esta excepcion los temas se sucedieron con furia sin pausa y tregua para mayor disfrute de riffs, golpes de traste al micro y maltrato a la guitarra como suele en el ser habitual. Mencion destacada merecen los instrumentales donde el terceto se explaya y se crece. Las reducidas posibilidades sonoras de la sala se vieron compensadas por una ejecucion del trio sin macula en tecnica y fuerza, cerraron la noche con una version fuera de programa no se lo creen ni ellos de los Ramones, Glad to see you go. Tras ello solo nos quedaba dar gracias a los Gaolers por no ser jovenes pero si por hacer disfrutar al medio aforo de la intensidad como concepto general.