THE LONG WINTERS – THE SECRET SOCIETY
Notable programa doble en El Sol
En el fin de semana que despedia el verano, habia muchas propuestas interesantes en la capital, pero quizas la mas llamativa era el regreso tras año y medio de su ultima visita de la banda de John Roderick, The Long Winters. Antes que ellos, presentaban nuevo material THE SECRET SOCIETY, el proyecto personal de Pepo Marquez Grande-Marlaska. Es dificil hacer una valoracion con una escucha, pero los temas de I Am Becoming What I Hate The Most, el disco que editan en breve con Acuarela, suenan mas ruidosos y mas asperos que lo que nos tenian acostumbrados. Con un bajista de reciente incorporacion, una vez acabada esa presentacion en sociedad, tambien nos ofrecieron canciones conocidas como Sad Boys Dance. Algo mas de media hora, que animo a un publico que lleno medio aforo de la madrilena sala El Sol. La banda de Seattle llego tras el cambio de backline que hicieron ellos mismos y con ganas de darlo todo desde el primer minuto. THE LONG WINTERS son unos viejos conocidos y ya tienen su legion de seguidores en nuestro pais, algo que se debe sobre todo al boca a boca. De hecho, a la segunda cancion ya estaban pidiendo al publico peticiones de temas para tocarlos. En esta gira no presentaban material nuevo, ya que estan grabando en estos momentos lo que sera su cuarto disco aunque no se resitieron a tocar una nueva composicion, por lo que la participacion de sus fans en la confeccion del repertorio, no era mala idea. Si a eso anadimos que un invitado de lujo, Ken Stringfellow, se subio con ellos a cantar tres temas, ya que estaba por Madrid ese fin de semana, pues se juntaron todos los elementos para calificar el concierto de velada para amigos. Tiraron de muchos de los temas de When I Pretend To Fall, producido precisamente por Stringfellow, como Cinnamon, Shapes, Stupid o New Girl, pero no se olvidaron de otros de su ultimo disco hasta la fecha, Putting Days To Bed, como Pushover o Hindsight. Apenas pasados cuarenta minutos de actuacion nos anuncian que deben dejar el escenario y John se coloca tras el teclado para dejarnos un tremendo Blue Diamonds, que sirvio de despedida definitiva aunque nos negaramos en un principio a creerle a un concierto breve, pero intenso. Suponemos que les tendremos por aqui de nuevo en pocos meses. Esperemos tener una racion mas grande en esa proxima actuacion.