WHITESNAKE
Mr. David Coverdale deja mucho que desear en Madrid
Nunca pense que podria criticar a Mr. David Coverdale, uno de mis front-man favoritos de la historia del hard-rock, pero creo que el concierto de ayer no esta a la altura de la leyenda y trascendencia de la serpiente blanca. Pero empecemos por el principio. Whitesnake venian a presentar su ultima obra, Good to be bad, un buen disco que, estilisticamente sigue el camino abierto por 1987, la obra clave que cambio su carrera. La formacion actual de Whitesnake esta compuesta por los guitarras Doug Aldrich y Reb Beach, el bajista Uriah Duffy y el bateria Chris Frazier, sustituto de Tommy Aldridge, una banda cumplidora sin estridencias pero poco mas. El concierto arranco con Best Years de su ultima obra seguida del clasicazo Fool For Your Lovin . Pese a que abusa demasiado de los efectos de sonido, Coverdale canta con estilo y tablas, sabiendo cuando debe forzar y cuando debe ser acompanado por el publico. Can You Hear The Wind Blow, Love Aint No Stranger dedicada al recientemente fallecido Mel Galley, guitarrista de la banda en los discos Slide it in y Saints and sinners, Lay Down Your Love, y el momento Kiss-FM con Is This Love mantienen alto el nivel del concierto, y los nuevos temas encajan bien en el repertorio de la banda. Pero a partir de aqui todo se vino abajo. Unos interminables solos de guitarra entre Aldrich y Beach me empezaron a aburrir soberanamente no niego que no toquen bien, pero les falta algo fundamental que han tenido todos los guitarristas de Coverdale. feeling, empalmada con A Fool In Love, para rematar con otro interminable solo de bateria. Coverdale tendra que descansar la voz, todo lo que querais, pero no se puede parar un concierto 20 minutos para demostrar el virtuosismo de la banda, mas teniendo en cuenta que el grupo solo toco una hora cuarenta minutos. Pese a que me desconecte del concierto, era dificil no sucumbir a los encantos de autenticos himnos como Aint gonna cry no more, Aint no love in the heart of the city, Give Me All Your Love, Here I Go Again y en los bises de Still Of The Night y Burn,Stormbringer. Poco mas dio de si el concierto, 13 canciones y un regusto amargo. Y es que para muchos musicos la edad y la voz no pasan en balde. Coverdale nunca va a perder su pose de castigador de la noche, su clase y maestria a la hora de interpretar las canciones, pero poco a poco le va fallando su instrumento vital, sobre todo si la sigue forzando de manera innecesaria que se deje de grititos y vuelva a la elegancia del blues-rock. Pero no es solo eso, es la manera de elegir el repertorio, en la forma de estructurar el concierto como diria mi colega David, en forma de montana rusa, que hace que sea dificil no salirse en algun momento de el con tanto paron innecesario. Esperemos que Coverdale poco a poco vuelva a encontrar el camino.