SUMMERCASE 2008
La tercera edicion del Summercase llega a su fin apostando por las viejas glorias
Lo primero que pensé cuando entré en el recinto del Summercase es que nunca antes había estado en un festival como ése; el espacio, me pareció ridículamente pequeño para un acontecimiento de tal magnitud. Lo segundo fue decir ‘y yo con estos pelos’. El público del Summer (en su mayoría) cuida el aspecto físico hasta el último detalle, todo lo que lleva puesto encima ha sido cuidadosamente estudiado y pensado (abundando los botines en pleno Julio y los bolsos a lo jet set marbellí para las chicas y los peinados despeinados adrede junto con la pinta de tenista setentero para los chicos). Aún así, no me dio la impresión de encontrarme en un festival masivo, puesto que la cantidad de gente era moderada incluso en los conciertos (salvo excepciones), aunque bien es cierto que este año el festival ha recibido menor afluencia de público, seguramente debido a la guerra festivalera FIB-Summercase; se observaba también un aumento de la afluencia de público extranjero.
La orientación de los escenarios según parece ha cambiado este año, puesto que los anteriores daban la espalda al mar y así si te sentabas en los que disponen de gradas podías verlo de frente, ahora, si te sientas en las gradas, verás de lado tanto el escenario Walkman como el Converse. Además, para ir a éste último hay que dar una caminatilla ya que está alejado de los otros dos escenarios (por no decir del mundo), aquí no se sufrieron los problemas de solapamiento de sonido (mejor que en ediciones anteriores) que sí sufrimos tanto en el Movistar Stage como en el Walkman Stage y que más adelante relataré.
-DÍA 1: VIERNES 18 JULIO –
El primer día llegué al recinto sobre las seis y media de la tarde, justo llevaban unos quince minutos We Are Scientists en el escenario Movistar, no les presté mucha atención ya que no me gusta lo que hacen ni me aportan nada en sus conciertos, lo poco que escuché estuvo decente aunque el calor y la hora no les acompañaron en absoluto.
Inmediatamente después de que WAS terminaran su concierto se comenzó a preparar el escenario para Ian Brown, congregó a la mayoría de público inglés más que por ser el mítico líder de The Stone Roses que por su carrera en solitario. El señor Ian salió al escenario ataviado como un chaval, con un pantalón de chándal y unas inmensas gafas de sol dignas de cualquier película de ciencia ficción. Se pasó el concierto haciendo monerías, bailes cual gorila de la selva y escupiendo al foso, pero consiguió meterse al público en el bolsillo cuando recurrió a los éxitos de su antigua banda y Mani salió para acompañarlo, los asistentes canturreaban emocionados hits como Waterfall, Made of Stone y I am the resurrection.
Una vez acabado Ian Brown empezaban los platos fuertes de la noche en el escenario Movistar: Grinderman, Interpol, The Verve y Primal Scream, y también el concierto de Blondie en el escenario Walkman con un horario bastante protestado por los asistentes ya que prácticamente coincidían con Interpol.
Que Nick Cave es un genio no hace falta ni decirlo, lo es cuando toca con The Bad Seeds y también cuando toca con Grinderman. El concierto fue magnífico, lleno de energía, la banda entregada (sobre todo Cave y el multi-instrumentista Warren Ellis). La complicidad entre todos los miembros de la banda, el talento y lo bien que se lo pasan en el escenario son los tres ingredientes que dan lugar a tan perfecto espectáculo, rock de verdad que en pocas ocasiones se ve. Me atrevo a decir que fue uno de los mejores conciertos del festival. Setlist: Depth Charge ethel / Get it on / Electric alice / Grinderman / (I don’t need you to) set me free / When my love comes down / Honey bee (Let’s fly to Mars) / Dream / Man in the moon / No pussy blues / Love bomb.
Mientras en el escenario Movistar realizaban los preparativos necesarios para el concierto de Interpol en el Walkman Stage tenía lugar otra de las grandes reuniones de la noche: Deborah Harry y los suyos. Blondie son una banda experimentada, y se nota, no dudaron en ningún momento en tirar de todos los temas de su disco Paralell Lines (además de otros) para el directo. El rato que los estuve viendo no defraudaban y se les veía en plena forma en su regreso.
Y llegó la hora de Interpol. Se notó con diferencia que era uno de los conciertos más esperados por los asistentes al festival puesto que era el que más abarrotado estaba. Los de Nueva York salieron con su puesta en escena típica: sobria, elegante y minimalista. El cantante estuvo más hablador que de costumbre y estaba encantado con la idea de tener el mar al fondo. Lo cierto es que su actuación fue correcta pero no emocionó tanto como la última vez que pasaron por Barcelona (en Noviembre) aunque el público estaba entregado totalmente con la banda a pesar de algunos problemas iniciales que tuvieron con Slow Hands. El setlist fue el siguiente: Pioneer to the falls / Show Hands / PDA / Narc / C’mere / No I in Threesome / Lighthouse / Not Even Jail / Mammoth / Rest My Chemistry / Obstacle 1 / Evil / Roland.
Y con The Verve llegó la nostalgia. Ashcroft y los suyos estaban visiblemente emocionados y entregados tocando un hit tras otro. La vuelta les ha sentado muy bien y demostraron estar mejor que nunca. Los que allí estábamos caímos rendidos ante ellos cuando sonó Drugs don’t work. Pero el auténtico momento inolvidable fue Bittersweet Symphony; la gente se abrazaba y coreaba el estribillo. Apoteósico final enlazando Bittersweet con Love is noise. Sin duda uno de los conciertos de la noche. Setlist: Holy are you / This is music / Sonnet / Space and time / Life’s an ocean / Stormy clouds / Drugs don’t work / Lucky Man / Bittersweet symphony / Love is noise.
Los últimos en el Movistar Stage eran Primal Scream que nunca defraudan con su directo, y esta vez no iba a ser menos. Empezaron flojos pero a medida que iba pasando el concierto se metieron de lleno. Enlazaron temas de su nuevo disco con éxitos de sus álbumes anteriores.
Tras el concierto de Primal Scream sólo quedaban 2manydj’s en el Walkman Stage, lleno de gente hasta los topes pero que no ofrecieron una sesión demasiado buena; Vicarious Bliss en el Converse Stage que tuvo que lidiar con la escasez de público al principio pero animando en todo momento, la moral no decayó y ofreció una de las mejores sesiones del viernes.
-DÍA 2: SÁBADO 19 JULIO –
En el segundo día en el Parc del Fórum se vislumbraba una cantidad menor de asistencia de público; posiblemente debido a que el día “fuerte” había sido el anterior (puesto que el Sábado en Madrid debía competir con el Saturday Night Fiber); la jornada del sábado igualmente se presentaba también con grandes grupos.
A las seis en punto con un sol que quemaba comenzaban su actuación Mystery Jets en el escenario Converse. Me decidí por ir a escuchar algunos temas antes de Antònia Font. Las canciones del grupo británico son pegadizas y bailables, transmiten buenas vibraciones, pero no se salen de la norma en la que se encuadran infinidad de grupos.
Los mallorquines Antònia Font eran uno de los grandes reclamos españoles junto con Los Planetas. El horario tampoco acompañaba, pero por lo menos tocaban en el escenario Walkman. Con mayoría por goleada de público español, Antònia Font supieron dar lo que se les pedía. Dieron un correcto concierto en el que nos hicieron ver la capacidad para conectar con el público que tienen, gran parte de los que estábamos viendo el concierto nos pusimos a bailar cuando sonaban las canciones más famosas de la banda.
En cuanto terminaron Antònia Font me fui corriendo de vuelta al escenario Converse para ver a unos a los que tenía bastantes ganas: los suecos Shout Out Louds. Sus discos me encantan y no esperaba que dieran un conciertazo pero sí un buen concierto, y así me lo pareció. Mucho guiri fan empedernido inofensivo que cantaba temazos como Please Please Please, The Comeback o Tonight I have to leave it. Y el cantante, para hacer un poco la pelotilla (o porque sea fiel seguidor culé) acabó quitándose la camisa y enseñando la que llevaba debajo: una del Barça de Mecí, si aún quedaba algún español de los que allí estaba que no estuviera metido y encantado con el concierto, ese fue el empujoncito que le faltaba.
En el mismo escenario comenzaron a tocar uno de los grupos revelación de este año: Los Campesinos. Eran muchos sobre el escenario, muy jóvenes y que hubiese tanto encima del escenario implicaba que también estuviese lleno de instrumentos: teclados, xilófonos, melódica, violín… Con esa combinación se vaticinaba una fiesta segura, dicho y hecho. Lleno hasta los topes tocaron un tema tras otro y si ya en el disco suenan divertidos en directo ni os cuento. Nos transmitieron toda la energía que ponen en el escenario y así acabamos saltando, sudando y pasándolo en grande. Ni ellos mismos se creían que hubiera tanta gente viéndolos, repetían sin cesar que ése era el concierto en el que más público habían tenido. Cuando tocaron su canción más conocida You! Me! Dancing! El público se volvió loco y ellos sonreían de emoción al ver cómo tarareaban el estribillo. El cantante acabó bajando con la gente y se quedó un buen rato cantando rodeado de los que estábamos disfrutando con su concierto. Fueron otra de las guindas del Summercase, un directo que nadie debería haberse perdido.
Kings of Leon eran los siguientes en el escenario Movistar. A mí con este grupo siempre me pasa lo mismo, no sé si soy yo, ellos o cuál es el motivo. Son unos músicos geniales pero ni esta vez ni la primera consiguieron llegar a mí y emocionarme. Además de resultarme bastante sosos en escena, pero eso ya es otro tema a discutir puesto que ellos salen con determinada actitud al escenario y no soy quién para criticarla. Tampoco creo que tiraran de un set list demasiado acertado, se dejaron algunas de sus canciones míticas en el tintero. No pecan de falta de talento, aunque sus directos suelen ser bastante monótonos.
A Mogwai les tocó el Walkman Stage. La atmósfera que crearon fue magnífica e íntima. Fueron ejecutando cada uno de los temas que forman su disco Young Team con perfección y maestría, emocionando en las partes más tranquilas y en las más guitarreras. Lástima que el final de su concierto coincidiera con los Sex Pistols y los berridos de Johnny Rotten rompieran la magia de los escoceses.
No me pretendía ir a ver la broma de mal gusto que había en el Movistar Stage a las once y veinte de la noche, pero escuché y vi desde las pantallas un rato a Sex Pistols, lo que pude ver me pareció suficientemente grotesco. Si no me equivoco fue el grupo que más tiempo estuvo tocando en el Movistar (o es que a mí se me pareció eterno porque cada vez que me movía por el recinto podía oírlos tocando). De Rotten entre canción y canción sólo se escuchaban lindeces del tipo “fuck”. Vale que han sido símbolo de la rebeldía, la anarquía y el punk, pero cuando ya no se es ni la mitad de lo que era mejor no quedar en ridículo (y ya su vestimenta ayudaba bastante). En mi opinión deberían haberse quedado como las leyendas del punk que eran y no marear más la perdiz. Aún así al público se le veía disfrutar, sobre todo cuando sonaban canciones como Anarchy in the UK o God Save The Queen.
The Raveonettes venían sin la cantante, la hermana de Sharin era la encargada de dejar el pabellón bien alto y la verdad es que apenas se notó que faltaba la auténtica. Una genial presencia sobre el escenario y una buena ejecución de sus canciones hicieron que su directo nos dejara con muy buen sabor de boca.
Que Kaiser Chiefs levantan pasiones es evidente, lo que no es tan evidente es su buen hacer como músicos. Pero Ricky Wilson es un showman y le corre adrenalina por las venas, es puro nervio y no para de moverse ni de hacer saltos imposibles durante todo el directo. No son un grupo muy allá pero saben cómo satisfacer al público con canciones sencillas y alegres como I predict a riot, Everyday I love you less and less, Na na na na naa entre otros y con el líder de la banda escalando el escenario. La gente se quedó atónita cuando salieron Kele de Bloc Party y el tour manager a tocar la pandereta en una de las canciones.
A eso de las dos y pico de la mañana se iba a gestar uno de los conciertos que más ganas tenía de ver, el de Foals. Se hicieron de rogar para salir, comenzaron flojitos y el cantante, Yannis Philippakis, no tardó ni dos segundos en hacer de las suyas, recorriéndose el escenario, el foso, cogiendo la cámara de televisión y enfocando al público… Lo que hacen no es nada fácil y sonar bien en directo aún menos. Estuvieron bastante bien aunque en mi opinión les faltó un poco de fuerza ya que con las canciones tan estupendas que tienen, su directo podría haber sido uno de los matrícula de honor del festival, pero se quedó en notable.
Y cerrando el Movistar Stage estaban Los Planetas a las tres de la mañana. Desde primeras pensé que el horario no iba a acompañar. Los directos del grupo granadino son una lotería y siempre puedes encontrarte con un concierto espectacular o con uno digno de olvidar. El que dieron en el Summercase Barcelona se quedó en el centro, salieron visiblemente apáticos al escenario, explotaron al máximo las canciones de su último disco y dejaron un poco de lado los clásicos. Les pondría un aprobado porque cuando tocaban las de los discos anteriores conseguían emocionar un poquito.
En resumen, la tercera edición del Summercase pasará a la historia sin pena ni gloria, un año en el que el cartel era visiblemente menos llamativo que años anteriores pero que contaba con propuestas interesantes de las que el público pudo disfrutar (la reunión de Blondie o The Verve) y otras no menos interesantes pero de las que, con casi toda seguridad, los amantes de la música hemos disfrutado en ocasiones anteriores, bien porque los hayamos visto en giras anteriores o porque ya hayan pisado otros festivales a los que asistimos en el pasado.